Desde que era chiquita siempre deteste el bullying, nunca me ha gustado las personas que se burlaban de otros. Creo que eso también se debe a que a mí también me hacían bullying, por no poder hablar, por siempre usar guantes, o porque nunca me sacaba mi bufanda roja.
Recuerdo que fue en mi primer año de primaria, todos me miraron como un bicho raro, alguien que venía a invadir su territorio.
Recuerdo las burlas, sus palabras hirientes, sus acciones, cómo me señalaban y se reían, Sus bromas, Hasta que un día sucedió.
El primer golpe llegó y desde ahí no pararon.
Recuerdo que trataba de cubrirlos con ropa para que mis padres y mi hermano no lo vieran. No quería causar problemas y ser una carga más para ellos.
Ellos habían hecho mucho por mí, habían sacrificado muchas cosas para estar conmigo y no quería que tengan otro peso en sus hombros.
Siempre me preguntaron porque venía con la ropa manchada, y yo siempre les decía que era porque jugaba con mis nuevos amigos, mi mamá me creyó diciéndome que estaba feliz por tener nuevos amiguitos, pero mi padre no me había creído tanto.
Un día me cansé, y me defendí. Ellos querían dañar mi bufanda roja, y nadie tocaba mi bufanda.
"Era otro día en este lugar, hoy era un día tranquilo. Hasta ahora nadie se había burlado de mí y eso me aliviaba. Estaba sola en el salón, todos estaban en el recreo, aunque sospechaba algo.
Todos se dieron una mirada antes de salir, era una mirada cómplice, iba a levantarme para salir al jardín y leer, pero el ruido de la puerta siendo abierta me detiene.
Maxi, Sophie, Samuel y Dina entraron al aula.
Ellos me miraron con una sonrisa maliciosa, mientras cerraban la puerta, tragué saliva cuando vi como ellos se acercaban, rodeándome.
-Lai, Lai ¿Ibas algún lado? -Maxi hablo acercándose un paso.
- ¿Porque no respondes Lai? - Sophie Se acercó agarrando un mechón de mi cabello- oh cierto, no puedes.
Los cuatro rieron, trate de salir, pero Dina me empujo haciendo que cayera al suelo.
Hice una mueca al sentir el dolor en mi muñeca, sentí como mis ojos se humedecían.
-Oh-Samuel de agacha haciendo un falso puchero- La bebe va a llorar. - Río y los otros hicieron lo mismo. Sentí como alguien me jalaba poniéndome de pie, Samuel agarro mi brazo derecho y Dina el izquierdo sosteniéndome para que no escapara.
Sophie y Maxi se pararon frente a mí, ambos con sonrisas maliciosas.
Siempre pensé que los adultos eran malvados, pero los niños son peores. No importa que edad tengan cualquiera puede ser tu cazador.
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La chica de Bufanda Roja
General Fiction-Los Monstruos si existen y los más comunes son los que están disfrazados de personas. Lai Meyer o como todos las conocen "La chica de Bufanda Roja". Es una chica Dulce, amable e inocente que a sufrido mucho en esta vida. Un día su única y mejor ami...