Capitulo 13| ¿Cita?

73 2 3
                                    

Narrador Lexi

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Narrador Lexi.

El líquido baja por mi garganta dejando un leve ardor en ella, ya había perdido la cuenta de cuantos vasos había bebido. El remordimiento me carcome, estaba rompiendo la promesa que le había hecho a Lai. Pero el ansías me hacía correr a un bar cercano y ahogarme en alcohol o en otra cosa.

Observe a mi alrededor, el bar estaba casi vacío. Era entendible, aún era temprano. Uno de mis motivos para venir a Italia era alejarme un poco de las personas en New York.

¿Estoy huyendo? Lamentablemente sí.

Me había metido en cosas feas. Y me habían amenazado con algo que más amaba.

Lai Meyer.

Sabía que lo que hice estaba mal, huir no era una solución. Si no que agrave más el problema, ahora metí a mi amiga y su vida corre peligro. Podría pedirle ayuda a los Meyers, pero no quiera involucrarlos. No quería que ellos me alejaran de Lai.

Sabía que no le agradaba al señor Meyers, y contarle sobre esto. Le daría una razón para alejarme de ella. No podría sobrevivir si esto pasara.

Sí, soy egoísta. Porque prefiero que esté conmigo, aunque eso signifique que esté en peligro, antes de que la alejen de mi lado aún si eso la mantiene a salvo.

Pido otro vaso más, el camarero me observa con un poco de pena escondido en sus ojos.
Ya me había acostumbrado a esa mirada, siento como alguien me observa. Volteo viendo a dos hombres mirándome desde la otra esquina.
Altos, de buen cuerpo, vestidos casualmente. Uno de ellos, el rubio. Alzo su copa en mi dirección y yo hice lo mismo.

Bebí de un trago todo el contenido antes de acercarme a ellos. El morocho le hizo una seña al rubio y sonrieron mientras me acercaba a ellos.

-Buon pomeriggio, bella signora-El rubio hablo señalando el asiento frente a ellos.

-Lo siento, no hablo italiano. -Me senté frente a ellos, el morocho sirvió un poco del líquido ámbar en una de las copas ofreciéndome una. Gustosa acepte.

-Eso no es problema señorita, también hablo inglés- El rubio sonrió mostrando sus dientes.

-Eso es un alivio, no saben lo difícil que es comunicarme con los vendedores. -Suelto un suspiro antes de beber de la copa.

-Por lo que veo, es nueva aquí. -El morocho se acomoda en su asiento viéndome mejor.

-Así es, llegamos hace poco a Roma.

- ¿Llegamos? -El rubio pregunto curioso mientras observaba a su amigo. dios la bebida está muy buena.

-Sí, llegue con mi amiga. Decidimos despejarnos un poco.

- ¿De dónde son?

-New York.

-Sabes- el rubio se inclinó sobre la mesa, apoyando sus codos mirando a su acompañante y después a mí. Mordí mi labio nerviosa. -Hoy hay una fiesta donde tu amiga y tú se podrían despejar.

La chica de Bufanda RojaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora