Narra Ashton Meyer.
El sonido de cosas rompiéndose sonaba en cada rincón de mi oficina, el enojo recorría cada fibra de mi cuerpo.
Mi hija, mi pequeña niña de ojos azules. Está en manos de los italianos.
Arrojo otro vaso contra la pared al pensar en mi pequeña y en todas las cosas que esas lacras deben estar haciéndole.
Todo esto es mi culpa, debí negarme. Debí obligarla a quedarse conmigo, debí encerrarla en su habitación guardándola de cada peligro como la princesa de la torre.
Todo esto seguro que culpa de esa rubia tonta que tiene como amiga, seguro que ella hablo con alguien y por idiota les dio su ubicación a los cazadores de chicas.
Rubia idiota e italianos de mierda.
Cuando Ketih vino corriendo a mi oficina con los ojos llenos de lágrimas y temblando de miedo supe que algo malo había pasado.
"Leía unos informes de la última misión que mis agentes habían hecho, había salido exitosa y cada vez estábamos más cerca de "El demonio" como se hacía llamar.
Cuando tenga a ese asesino en mis manos, lo hare pagar por todas las muertes que había causado.
La puerta abriéndose bruscamente ocasionó que gruñera y alzara la mirada furioso.
- ¿Por qué Mier-? -Me cayó al ver la mirada llorosa de mi hijo, su respiración estaba agitada y su cuerpo temblaba de miedo.
Algo malo había pasado, algo malo le paso a Lai.
-Ketih ¿Qué sucede? - respiré profundo para tranquilarme y averiguar que había ocurrido.
-Estaba en llamada con Lai, y su amiga. Me estaban contando que un hombre la había invitado a una cita y siempre estaba atrás de ella.
- ¿Qué hombre? - apreté mis manos furioso con la idea de que mi hija sea acosada por un extraño.
-Estoy averiguando sobre el-El respiro profundo y supe que venía lo peor- Estábamos aconsejando a Lai sobre el Y-y escuchamos unos ruidos-El empezó a temblar, me pare yendo hacia el, agarre sus hombros con firmeza dándole un apretón.
-Hijo necesito que te calmes y me digas que sucedió.
-E-ella iba a ir a averiguar, pero escuchamos el grito de Lexi-Su mirada se perdió por un segundo-Lai trabo la puerta, pero eso no lo detuvo... Un hombre entro, Papá- Mi respiración se detuvo, mi corazón empezó a latir rápidamente- Se la llevaron, Papá. -El me observo con sus ojos llenos de lágrimas-Se llevaron a mi hermana.
Esas palabras hicieron mi mundo caer"
Eso fue hace media hora, Keith se había ido a buscar información sobre el paradero de las chicas, mientras que a mí me tocaba dar la noticia más desgarradora a su madre.
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La chica de Bufanda Roja
General Fiction-Los Monstruos si existen y los más comunes son los que están disfrazados de personas. Lai Meyer o como todos las conocen "La chica de Bufanda Roja". Es una chica Dulce, amable e inocente que a sufrido mucho en esta vida. Un día su única y mejor ami...