-Los Monstruos si existen y los más comunes son los que están disfrazados de personas.
Lai Meyer o como todos las conocen "La chica de Bufanda Roja". Es una chica Dulce, amable e inocente que a sufrido mucho en esta vida.
Un día su única y mejor ami...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
La universidad.
Mi peor enemiga.
Por problemas tengo que estudiar virtualmente, algo que no a sido un problema, de hecho, se me ha sido fácil estudiar por este modo.
El problema son los profesores.
De hecho, el problema es solo la profesora de Arte.
No acepta que mande mis dibujos por correo, quiere verlos personalmente. No sería una molestia si no fuera que no aceptaba que Lexi los lleve. Quiere que vaya personalmente.
Le explique por correo el motivo por el cuál no puedo, pero ella insiste en que vaya. Y aquí estoy yo. Frente a la puerta de la universidad debatiéndome si entrar o no. Mientras veo como los estudiantes entraban y Salían. Algunos estaban en grupo sentados en las bancas charlando alegremente, otros estaban solos, sentados en el césped mientras estudiaban.
Lexi ya estaba adentro, posiblemente en clases. Ella no sabía que tenía que venir hoy, seguramente estaría a mi lado apoyándome. Pero era algo que tenía que hacer por mí misma.
En esta vida solo odio dos cosas.
El contacto físico y Los gérmenes.
La universidad tiene ambas.
La sola idea de quedar atrapada entre toda esa gente, mientras todos te empujan y te tocan para apartarte de tu camino.... me causaba pánico.
Sacudo mi cabeza alejando todos esos malos pensamientos. Aprieto contra mi pecho ambos cuadernos que tengo en mis manos, suspirando.
Alzo la cabeza mirando fijamente la puerta, y decidida camino hasta ella.
Por favor, que nada malo- pensé.
Con ese pensamiento entro a la universidad
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
La universidad de New York era gigante.
También era imponente, los pasillos eran grande y largos, era muy probable que te pierdas si no te conocías bien las instalaciones.
Para mi buena suerte la recorrí antes de que empezarán las clases por si algún día pasaba algo como esto, además también me sabía los números de las aulas de memoria.
