Mecánica del amor /ADAPTACION/

5

Minho estaba sumergido en sus pensamientos, incapaz de dejar de pensar en sus sentimientos y en lo que estaba sucediendo con Han. Continuaría así si no fuera porque Changbin le dio un zape en la cabeza.

—¿Estás escuchando a tus amigos? —preguntó Changbin, frunciendo el ceño.

—¿Por qué me golpeas? —respondió Minho, frotándose la cabeza.

—Estábamos diciendo que últimamente Han ha dejado de venir a ver a Félix —dijo Soobin, mirándolo con curiosidad.

—¿No ven que Félix anunció su relación públicamente? —intervino Jeongin—. ¿Quién querría coquetear con él ahora?

—La última vez que vi a Han, lucía tan desanimado —añadió Seungmin, pensativo.

—Debería curar su corazón roto —dijo Changbin con una sonrisa—. Quizás le compre unos chocolates en forma de corazón, tal vez se interese en mí.

—¿Estás hablando en serio? —preguntó Jeongin, riendo—. Serías su sugar daddy.

—¿Y cuál es el problema? Él es lindo —respondió Changbin con naturalidad.

—Vayamos a beber esta noche —dijo Minho de repente, intentando cambiar el tema.

—¿Qué pasa, Minho? Dijiste recientemente que necesitabas estar en casa temprano —preguntó Félix, sorprendido.

—Solo vamos —insistió Minho, levantándose.

...

La noche en el bar fue incómoda, ya que Minho y sus amigos se encontraron con Han y lo invitaron a unirse a ellos. Pasaron horas en las que ambos intercambiaban miradas, pero a la vez las evitaban. Finalmente, llegó la hora de que todos se fueran, y los amigos de Minho se despidieron, dejando solos a Changbin, Minho y Han.

—¿Cómo vas a volver a casa, Han? ¿Quieres que te lleve? —preguntó Changbin, con una sonrisa.

—Él está en el mismo dormitorio que el mío, puedo llevarlo —dijo Minho, mirando a Han.

—Conduces muy rápido, ven conmigo, es más confortable —insistió Changbin.

—Iré con Changbin —decidió Han, evitando la mirada de Minho.

—Excelente decisión —respondió Changbin, complacido.

...

Al día siguiente, Han estaba sentado en las pequeñas bancas con sus amigos, todos estresados por el trabajo que debían entregar. Cuando vieron a Minho acercarse, Han decidió ignorarlo, pero los amigos de este le hablaron.

—¿Qué pasa? —preguntó Minho, deteniéndose frente a ellos.

—Mira esto —dijo Yeonjun, entregándole un informe—. Es el informe de la clase de la profesora Kim. Nos dijo que lo reescribiéramos, pero no sabemos qué parte.

Minho se sentó al lado de Han y comenzó a revisar el informe que Yeonjun le dio. Por otro lado, Han no podía evitar sentirse incómodo.

—Solo necesitan cambiar la unidad —dijo Minho, señalando el documento.

—¿Dónde? —preguntó Yeonjun, inclinándose hacia él.

—El resultado no es el mismo porque no cambiaron la unidad —explicó Minho con paciencia.

—Han, esa es tu parte —intervino Khai, mirando a su amigo.

—¿Esta es tu parte? Esto es conocimiento básico, cualquiera que haya hecho el examen de admisión sabe esto —dijo Minho, frunciendo el ceño.

—Lo sabemos, hyung, pero debes entender a un chico con el corazón roto —dijo Beongyu en tono de broma—. Se la pasa soñando despierto todo el día.

—Estás hablando tonterías —murmuró Han, visiblemente molesto.

—Entonces, ¿estás soñando despierto? ¿Por qué motivo? —preguntó Minho, acercándose más.

—No es asunto tuyo. Sería más fácil si pudiéramos apartar a alguien de nuestra vida como si cortáramos papeles —dijo Han, con un suspiro.

—Qué cursi —bromeó Tae, riendo.

—¿Puedo tomar prestado a su chico de corazón roto? —preguntó Minho, mirando a los amigos de Han.

—Pero él debe ayudarnos a reescribir nuestro informe —protestó Yeonjun.

—¿Y si les doy clases particulares regularmente? —ofreció Minho, mientras tomaba del brazo a Han y lo llevaba fuera de la universidad. Una vez afuera, Han se zafó de su agarre.

—¿Qué estás haciendo, hyung? —preguntó Han, mirando a Minho con desconfianza.

—Te llevaré a un restaurante —respondió Minho, sin inmutarse.

—Invita a tu novia en vez de a mí —replicó Han, cruzando los brazos.

—Ploy no está disponible —respondió Minho con indiferencia.

—¿Y tus amigos? —insistió Han.

—Cuántas preguntas. Cuando te diga que debes ir, solo ve —respondió Minho, suspirando.