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Han estaba llegando al pasillo donde se encontraba su habitación cuando notó cómo un chico se despedía con un beso de la novia de Minho. Cuando el chico se fue, Ploy vio que Han había sido testigo, así que decidió acercarse a él.

—Han, no puedes decírselo a Minho, yo... yo misma se lo diré —dijo Ploy, nerviosa.

—Okey —respondió Han, asintiendo.

...

Han estaba en la cafetería con sus amigos a la hora del almuerzo. Mientras ellos conversaban, Han observaba cómo Minho y su novia se mostraban afectuosos.

—Chicos, ¿puedo preguntarles algo? —dijo Han, rompiendo el silencio.

—¿Qué pasa? —respondió Yeonjun, curioso.

—Si Khai tuviese una novia... y ustedes la vieran con otra persona, ¿se lo dirían? —preguntó Han, mirando a sus amigos.

—¿Qué pasa contigo? Me estás maldiciendo antes de que tenga una novia de verdad —bromeó Khai, riendo.

—Es una pregunta hipotética —aclaró Han, intentando no darle mucha importancia.

—Bueno, es difícil de decir —comentó Beomgyu, pensativo.

—Cierto, no sería nuestro asunto —añadió Yeonjun, encogiéndose de hombros.

—Sería bueno que nos escuchara —sugirió Tae, con una expresión seria.

—Pero si ellos se reconcilian después de decírselo, podríamos convertirnos en los malos de la historia —dijo Beomgyu, reflexionando.

—Pero creo que es imposible que Khai logre tener una novia —bromeó Yeonjun, riendo.

—Primero consigue una novia y después me dices eso —respondió Khai, sonriendo.

...

Después de un día agotador, las clases finalmente habían terminado. Han y sus amigos estaban saliendo del salón cuando se encontraron con Minho.

—Chicos, ¿puedo tomar a su amigo prestado por hoy? —preguntó Minho, con una sonrisa.

—Seguro —respondió Tae, mientras los demás se alejaban, dejando a Han y Minho solos.

Han sentía que el ambiente era incómodo.

—Di lo que quieras ahora, tengo un compromiso con mis amigos —dijo Han, impaciente.

—Quiero tu opinión sobre Ploy —respondió Minho, mirándolo seriamente.

...

Ambos estaban en el centro comercial, aparentemente para comprar ropa, aunque a Han no le importaba realmente.

—¿Qué quieres preguntarme? —dijo Han, con un tono aburrido.

—Quiero que me ayudes a escoger un perfume, voy a comprar uno para ella como regalo —explicó Minho, mientras olía varias fragancias.

—¿Por qué no le preguntas a tus amigos? —respondió Han, arqueando una ceja.

—¿No puedes hacer algo por tu hyung? Ayúdame, no sé qué comprar —insistió Minho, casi suplicante.

—¿Por qué crees que yo lo sé? —preguntó Han, incrédulo.

—Porque hueles bien —respondió Minho, sin darle demasiada importancia.

—Date prisa, tengo otras cosas que hacer —dijo Han, impaciente.

...

Los dos chicos llegaron al estacionamiento, y Han no sabía qué decir o hacer mientras Minho sonreía.

—Compré este perfume para nuestro tercer aniversario. Tuve que ahorrar mucho, he estado ayudando a mi papá a reparar toneladas de autos para conseguir este dinero, pero vale la pena porque Ploy ha sido muy gentil conmigo. Yo, que nunca le compro un regalo... ¿Crees que le gustará? —preguntó Minho, con una mezcla de esperanza y nerviosismo.

—A ella... a ella le gusta otra persona, hyung —dijo Han, bajando la mirada.

—¿Qué? ¿Qué dijiste? —preguntó Minho, su voz temblando ligeramente.

—La vi con un hombre que la besaba —respondió Han, con voz baja pero firme.

—Tal vez sea un amigo de ella —replicó Minho, negando con la cabeza.

—¿Un amigo que le dio un beso en la mejilla? —preguntó Han, intentando que Minho comprendiera.

—¿De qué diablos estás hablando? Ella nunca me haría eso —respondió Minho, con incredulidad.

—¿No me crees? —preguntó Han, herido por la desconfianza de su hyung.

—No, no te creo. Muéstrame pruebas y te creeré —dijo Minho, con firmeza.

—¿Acaso mi palabra no es suficiente para ti, hyung? —preguntó Han, con dolor en su voz.

—Entiendo, no puedes separar a Félix y a su novio, así que intentas hacer esto conmigo en su lugar —acusó Minho, con amargura.

—Estás diciendo tonterías ahora —respondió Han, tratando de mantener la calma.

—Y yo pensaba que al menos tú y yo... podríamos tener una relación, yo como tu hyung —dijo Minho, decepcionado.

—Está bien, pido disculpas por no ser un buen dongsaeng —respondió Han, agachando la cabeza.

—Vete a donde quieras, no quiero ver más tu rostro —dijo Minho, volteando la cara, dolido.

Han lo miró por unos segundos, con sus ojos mostrando tristeza, pero decidió irse, dejándolo solo.

Mecánica del amor /ADAPTACION/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora