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Las ofrendas ya habían terminado, y la noche había caído sobre el pueblo. Han ayudaba a Changbin a guardar las cosas en el auto.

—¿Eso es todo? —preguntó Han.

—No, todavía no —respondió Changbin, con un tono más serio—. Aún me debes una respuesta. Puedo sentirlo cada vez que me acerco a ti; siempre te alejas de mí. ¿Es porque tienes a alguien en mente?

—Sí —admitió Han.

—¿Quién es? —preguntó Changbin, con una mezcla de curiosidad y ansiedad.

...

Minho se encontraba en una fuente cerca de donde habían hecho la ofrenda. Estaba admirando la vista cuando vio a Han acercarse.

—¿Por qué te sorprendes? —le preguntó Han al notar la expresión de Minho.

—Pensé que te ibas a ir con Changbin —respondió Minho, intentando sonar despreocupado.

—¿Por qué tendría que ir con él? —replicó Han.

—Cualquier persona querría eso: estar en un coche con aire acondicionado, con un conductor amable... y también es cariñoso. Definitivamente es tu tipo —dijo Minho, con una leve sonrisa sarcástica.

—Solo estaba diciendo cosas al azar, solo te molestaba —contestó Han, restándole importancia.

—Entonces... ¿cuál es tu tipo? —preguntó Minho, con un tono más serio.

—Me gusta alguien que... te lo dejo para que lo averigües —respondió Han, divertido.

—Dímelo —insistió Minho.

—Si no te callas, nunca te lo diré —amenazó Han, bromeando.

—¿Qué? —preguntó Minho, confundido.

Han sacó de su mochila una pequeña caja que le entregó a Minho. Dentro, había pequeñas tartas de limón.

—Me guardaste —dijo Minho, sorprendido.

—Las hice yo mismo. No quiero poner en peligro a nadie en caso de que no sean comestibles —dijo Han, con una sonrisa tímida.

Minho tomó una foto de la caja y la publicó en sus redes sociales, luego se la mostró a Han, quien sonrió al verla.

—Publicando algo como eso, ¿no tienes miedo de que alguien piense que tienes a otra persona? —preguntó Han.

—Será perfecto; así nadie irá tras de mí. ¿No es eso bueno? —contestó Minho, riendo.

—Cállate la boca y solo come —dijo Han, entregándole la tarta.

Minho sacó una tarta de la caja y le dio una mordida. Se sorprendió un poco, pero le sonrió a Han, quien también sonrió.

—¿Qué tal? —preguntó Han.

—Está... ¿qué le pusiste a esta tarta? —inquirió Minho.

—Receta secreta. Le puse umami —respondió Han, orgulloso.

—¿Has puesto algo de pescado fermentado? —preguntó Minho, frunciendo el ceño.

—Me obligaste a probarlo una vez, pero si no te gusta, devuélvemelo —dijo Han.

—Me gusta. No está mal, es muy bueno. Tengo una recompensa para ti —dijo Minho, mientras buscaba algo en su mochila.

—¿Qué es? —preguntó Han, intrigado.

Minho sacó una rosa roja, aunque estaba algo rota. Han se quedó mirándola.

—Una niña de las flores acaba de pasar junto a mí, así que compré una —dijo Minho, mientras le entregaba la rosa.

Han tomó la rosa, mirándola con una sonrisa en su rostro.

—La compré y la metí rápidamente en mi mochila. Ahora, el estado de la rosa no es tan bueno como el de las que te dio Changbin, pero viene con mi mejor intención —explicó Minho.

Al escuchar eso, la sonrisa de Han se hizo aún más grande, algo que notó Minho, lo cual también lo hizo sonreír.

—¿Te gustó? —preguntó Minho.

—¿La rosa? —respondió Han, haciéndose el desentendido.

—Me refiero a mí. ¿Te gusto? —preguntó Minho, finalmente, con un tono más serio.

**Flashback**

Changbin estaba enfrente de Han, esperando una respuesta a lo que le había preguntado.

—Me gusta alguien, pero... no está listo para decirlo. Si las cosas van bien, serás el primero en saberlo —dijo Han.

**Fin del flashback**

Mecánica del amor /ADAPTACION/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora