Mecánica del amor /ADAPTACION/

14

Han se encontraba sentado en su sofá mientras Minho estaba a su lado. El silencio entre ellos era palpable.

—Has estado aquí muchas noches. ¿No será eso un problema? —preguntó Han, rompiendo el silencio.

—¿No me dijiste que, cuando estuviera contigo, no pensara en ella? —respondió Minho con una leve sonrisa.

—Lo siento —murmuró Han, bajando la mirada.

—No pasa nada —dijo Minho suavemente—. Mejor vamos a dormir un poco.

Han se acomodó en su cama, observando cómo Minho intentaba encontrar una posición cómoda en el sofá.

—¿No te duele la espalda durmiendo en un sofá? —preguntó Han, notando la incomodidad de Minho.

—Si digo que sí, ¿me dejarás dormir en la cama? —respondió Minho, mirándolo fijamente.

—Si solo vas a dormir, sí —contestó Han con una sonrisa pequeña.

Minho se levantó del sillón y subió poco a poco a la cama, quedando arriba de Han. La tensión entre ellos era evidente.

—¿Por qué? ¿A qué le temes? —preguntó Minho, acercándose lentamente.

—No tengo miedo —respondió Han, desviando la mirada—, pero un tipo como tú no puede hacer nada si no estoy borracho.

Minho esbozó una sonrisa ladeada.

—En este momento, aunque no estás borracho...

Minho se acercó aún más a Han, pero este último giró la cabeza para evitar mirarlo directamente.

—Es hora de dormir —dijo Han, cerrando los ojos para evitar la tentación.

—¿Dónde voy a dormir? —preguntó Minho, en un susurro.

—Al lado mío —respondió Han, abriendo un ojo.

—¿En este pequeño espacio? —se quejó Minho.

—¿O prefieres el sofá? —replicó Han, levantando una ceja.

—Incluso un sofá tiene más espacio, pero está bien —aceptó Minho con resignación.

—Buenas noches —dijo Han, acomodándose.

—Esta noche... ¿puedo abrazarte? —preguntó Minho, con una voz suave.

—Es lo único que puedes hacer —respondió Han, sonriendo levemente.

Minho se acercó y lo abrazó con fuerza, sintiendo el calor del cuerpo de Han, quien, a su vez, dejó que una sonrisa se formara en su rostro.

...

Han se despertó lentamente, notando que Minho no estaba a su lado. Pensó que quizá se había ido, pero en cuestión de segundos, la puerta se abrió y Minho entró con una bandeja en las manos.

—El desayuno ya está listo —anunció Minho, sonriendo mientras le entregaba la bandeja a Han, quien todavía estaba en la cama.

—¿Será comestible? —preguntó Han, mirando la comida con curiosidad.

—Soy el hijo de un ex chef —respondió Minho con orgullo.

Minho tomó la cuchara y sirvió un poco de comida, llevándosela a Han, quien la aceptó gustosamente.

—¿Está bueno? —preguntó Minho, esperando la reacción de Han.

—Está bien —respondió Han, asintiendo.

—La próxima vez cocinas para mí —dijo Minho, sonriendo.

—¿Crees que puedo cocinar? —preguntó Han, sorprendido.

—¿Ni siquiera una taza de fideos instantáneos? —bromeó Minho.

—Cualquiera en el mundo puede hacer una taza de fideos instantáneos —respondió Han, riendo.

—Puede preparármelo quien sea, pero no será lo mismo si lo haces tú —dijo Minho, mirándolo fijamente.

Ambos se sonrieron mutuamente, disfrutando del momento, hasta que el celular de Minho empezó a sonar. Al ver la pantalla, el nombre de Ploy apareció registrado. Minho contestó la llamada y se salió de la habitación.

...

En la cafetería, los amigos de Minho notaron cómo este llegaba en su moto junto a Han. Se miraron entre ellos, como si todos pensaran lo mismo.

—Ustedes dos están juntos últimamente —comentó Seungmin, observándolos.

—Bueno... vivimos en el mismo dormitorio, no es extraño —respondió Minho, intentando sonar despreocupado.

—No sería extraño si Han no publicara algo como esto —dijo Jeongin, mostrando su teléfono.

—Si estás molesto por algo, puedes decírmelo —añadió Changbin, mirando a Han con preocupación.

—No, yo solo... me sentí apagado por una serie que vi anoche —respondió Han, tratando de restarle importancia.

—Dijiste que la serie la viste anoche, pero la publicación es de hoy en la mañana —dijo Seungmin, levantando una ceja.

—¿Estás acusando a mi hermanito de mentiroso? —intervino Soobin, en tono protector.

—Debo irme a clase, chicos —dijo Han, apresurándose a salir de la cafetería.

Minho, intrigado, sacó su celular y decidió leer la publicación de Han.

"Es demasiado doloroso el castigo en el infierno".