〖5〗Cartas Sospechosas

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Al final del pasillo vacío se alza una puerta con murales celestiales cubriendola. Felix se acerca al pomo para girar de este e intenta abrirla, pero en vano.

—Está cerrado, lo que quiere decir que tiene que haber una llave.

Me acerque a la puerta y pegué mi oreja en esta para intentar escuchar algo— ¿Y dónde crees que deberíamos comenzar a buscar? —pregunte sin esperanza.

—A lo mejor buscar a esa mujer lobo y a su secuaz sería una buena idea.

—Creí escuchar tumulto. —la voz de Lachlan me hace brincar del susto

—Creí que debía enseñarle lo que encontré. —Felix se burla sin preocupación ante la intervención del hombre ojiazul, Lachlan.

—Esto no es asunto tuyo.

—¿Entonces no hay llave? —Felix finge hacer un puchero.

—¿Para la habitación de Walpurga? Me temo que no.

—Si se supone que debemos romper la maldición, ¡¿no deberíamos hablar al menos con ella?! —pregunte furiosa, no me quedaban muchas opciones para salir de esta situación de la que no recuerdo cómo me metí.

—Los dos marchaos a descansar —Su mirada azul verdosa advierten que no deberíamos estar en este pasillo.

¿Que podría haber allí para justificar tal reacción?

...

Abro los ojos y me recibe la luz de la luna que se asoma a través de las cortinas.

No hay forma de saber qué hora es.

Alcanzó la lámpara de gas en la mesita de noche, pero mis dedos tocan el borde de un pergamino y me apresuro a iluminar la habitación.

¿Una carta?

Esto no estaba aquí antes cuando entre al principio y tampoco estaba luego del encuentro en el pasillo con Félix y Lachlan.

Estoy segura de que cerré la puerta, a menos que...

Tomó el pequeño pergamino y mi mente vaga descifrando si viene de Felix. Todavía puedo sentir donde sus dedos rozaron mi piel.

¿Qué tienes que decirme ahora?

"Lo olvidaste, o simplemente tienes demasiado miedo de recordar"

El trozo de pergamino se me cae de las manos y un aire fresco me sube por la columna.

¿Qué significa esto?

El tictac del reloj redirigen mis pensamientos, giro mi mirada hacia la pared donde está la puerta de la habitación y al lado de esta hay un reloj en blanco y solo hay una manecilla que gira sin parar.

¡Voy tarde para el encuentro en el comedor!

...

—Lo lamento, me he quedado dormida. —me disculpo con los demás que ya se encontraban en el comedor y con mis manos me venteo debido a que en busca del comedor me perdí por los pasillos de esta gigantesca mansión y llegué al lugar acalorada.

—¡Melione! Estaba preocupado. —Jecht me ofrece su pañuelo para limpiarme el sudor de mi frente.

Me dirijo apresuradamente a uno de los asientos vacíos que hay entre Jecht y Rhosyn, pero cuando lo hago siento la mirada de Félix sobre mí.

Lo confrontare sobre la carta más tarde.

Alguien chasqueó la lengua y veo que es Annelise redirigiendo nuestra atención al esperar junto a la puerta de la cocina, pero no veo a Lachlan.

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