WALPURGA ✔

〖9〗Un Leve Acercamiento

Annelise...

Sus brazos caen muertos en el brazo de Felix.

—¡Despierta! —Felix grita manera frenética— ¡¿Cómo es esto posible?! Yo... —se traga sus palabras en mitad de la frase y sus ojos se abren hacia alguien. Sigo el camino de su mirada hacia Lachlan y veo lo que sobresale detrás de su cabeza.

Sus orejas... son...

No me sorprende, creo que una parte de mí ya se esperaba que fuera un hombre lobo, pero...

¿Por qué exponerse ahora?

Lachlan tomo aire, dolido. Luego, arrodillado, coloca dos dedos en un lado del cuello de Annelise, bajo su mandíbula y al hacerlo su cuerpo se vuelve rígido.

—Ha muerto.

Un grito ahogado se me escapa, exponiendo mi presencia. Nuestras miradas se encuentran antes de que Lachlan dirija su atención a Felix. Y con un movimiento delicado, Lachlan levanta el cuerpo de Annelise.

—Lleva a Melione a su habitación —Felix me mira con desdén ante la orden de Lachlan.

—Estoy bien, de verdad, yo... —rápidamente agarrando mi muñeca, Felix me aleja y me cuesta seguirle el paso por el pasillo— ¡Felix, espera! Entiendo que esta sea la última cosa que quieras hacer. ¡Puedo acompañarme sola!

—¡Como si me permitiera desafiarlo! Ese bastardo es un... —se traga su insulto. Su fachada traviesa se ha ido, dejando solo una tempestad de emociones irradiando de él.

Pongo mi mano sobre la suya y ralentiza sus pasos. Al rato se suelta y camina hacia la habitación de la recepción, acercándose a la chimenea y yo lo sigo.

Esta muy agitado... ¿Acaso había algo entre los dos?

Recuerdo su intercambio de sonrisas anoche.

Felix agarra el borde del manto de la superficie de la chimenea con la cabeza doblada hacia abajo.

Quizá no debería decir nada... pero

Coloco una mano en su espalda y siento como se estremece su cuerpo bajo mi tacto y decido hablar.

—No necesitas decir nada. No es lo mismo, pero recuerdo que, cuando sentía que me iba a colapsar ser reconfortada así me calentaba por dentro —sonrio de manera agridulce al recordar esos malos episodios.

Sin embargo, ¿Quién fue el que me consoló y cuando exactamente sentí tanta pena?

Su suspiro hace que mis pensamientos negativos se despejen de mi vista cuando lo oigo hablar.

—Siempre he odiado cuando te pones así.

¿Siempre?

Antes de que pueda preguntarle, se aparta de la chimenea y sale de la habitación, su comportamiento me hace seguirlo. Él se dirigió en silencio hasta el pasillo de nuestras habitaciones y sin decir nada desaparece en su habitación. Su acción me hace soltar un suspiro y entro a mi habitación, colapsando en mi cama para envolverme con la manta.

La imagen del cuerpo sin vida de Annelise sigue reciente en mi memoria. Y retrocedo a mi primer encuentro en esta casa con ella...

El señor Joseph la hirió gravemente, pero se curó en un instante. Creí que al ser criaturas míticas eran inmortales, pero jamás pensé que a un humano le fuese posible acabar con la vida de estos y más de un hombre lobo.

Reajusto mi posición y abrazo las sabanas para seguir con mi análisis cuando Lachlan y Feliz parecían estar sorprendidos y exhaustos.

Comprendo la tristeza de Lachlan, era su compañera, ¿pero la de Felix? Me pregunto si usa sus historias para disuadir los secretos que esconde.