〖8〗Actitud Apática

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—Samael, ha sido asesinado —más que estar molesta, estoy perpleja por su declaración.

—¿No estaba encerrado en su habitación? A no ser que... —Rhosyn me agarra la mano, no hay rastro de tristeza en su voz o en sus ojos.

—Ven, por favor

Su actuar hace que la frase de la carta de hace unos momentos regrese a mi cabeza.

"Los humanos sacrifican a otros para obtener su propia paz"

Ella nunca haría...

Tiene sentido que no esté afligida, especialmente después de saber la verdad sobre su acosador.

Pero...

Me molesto conmigo misma por pensar de esa manera.

...

Rhosyn me guía escaleras arriba donde el resto están reunidos frente a la habitación de Samael.

—¿Dónde estabas, dormilona?

—Ahora no es el momento, Felix.

Me coloco junto a Jecht, intentando no asomarme al interior de la habitación.

—¿Cuál es el veredicto? —pregunto Felix con su característico tono burlesco.

—Estrangulación por cuerda. —contesto el joven mayordomo.

—¿No se responde a eso por sí mismo?

—La cuerda estaba atada al final del estante —esta vez fue Annelise quien contesto a Felix.

—Algo me dice que no camino contra la cuerda con la esperanza de desmayarse —teorizo Alistair quien se encontraba apoyado del marco de la habitación.

—Entonces, ¿fue asesinado? — dijo Jecht a mi lado, más que una pregunta fue una insinuación.

—Esa es la cuestión, ¿no es así? —Felix alzo las manos a la altura de su pecho mirándonos a todos los que nos encontrábamos en el pasillo y finalmente término su mirada en los dos sirvientes— ¿Ustedes dos encontraron algo más allí? —a diferencia de Lachlan que se mantuvo sin hacer un gesto, Annelise solo negó con su cabeza.

—¿Qué hay de la hora del asesinato? —pregunte, al recordar la información de la muerte de Ragnar.

—Por desgracia, no tenemos esa información y, por lo tanto, las coartadas no sirven de nada. —declaro Lachlan en medio de un suspiro.

No es que quiera pensar en eso otra vez.

—Dejando de lado las coartadas, debemos tener en cuenta que ellos son los únicos que tienen llave —hablo por segunda vez Alistair.

—¡Muy bien visto! Mira como participas —Felix le da un codazo a Alistair, que no reacciona— Esta mansión, tiene sus secretos, ¿no? Mi primera suposición habrías sido tú. Pero, dado que apenas puedes caminar... —lo miro de pies a cabeza al verlo apoyado en la pared— hubiera sido una proeza impresionante —deja de hablar y su mirada cambia de Alistair a la mujer que tengo a mi otro lado— Por lo que mis ojos están en nuestra querida Rhosyn.

—¡Felix! No puedes hacer acusaciones ante suposiciones dañinas solo porque sí —dispare enojada al notar su intención.

—¿Suposiciones?, pero si nuestra querida Rhosyn tiene el móvil perfecto —elevo su mano hacia arriba y abajo señalando a Rhosyn, su acción y sus palabras me molestan a pesar de que soy culpable de pensar exactamente lo mismo.

De repente, quien estalla enojada es Rhosyn.

—Puedo haber sido víctima de sus perturbadores actos, pero yo nunca podría usar mis manos para arrebatar una vida humana —finalmente suelta un suspiro y me mira con sus cejas fruncidas buscando de mi apoyo— ¿Melione?

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