Parte 2. Elena

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Y comenzamos, estoy emocionada. Gracias por quedarte y dejarme jugar contigo; y por jugar contigo sabes que me refiero.

Bien, antes de todo, quiero darte una pista; al fin y al cabo vas a necesitarlas. 

MI NOMBRE HABLA DE MI HISTORIA.

Bueno, al final no iba a ser tan fácil, ¿verdad? Pero no te preocupes, siempre que quieras puedo darte algún otro dato sobre mí.

Entonces, con todo lo anterior, prosigo. Te presento a Elena.

Su nombre completo es Elena Ibarra, tiene dieciséis años y nació el 10 de diciembre del 2006. Mide 162 centímetros y pesa 58 kg. Su tipo de sangre es O+ y su talla de zapato es 7.5. 

Tiene los ojos color miel y el cabello castaño claro, sedoso y un poco ondulado, que le llega a la cintura. Es de rasgos finos y delicados, y sus ojos son grandes expresivos. Creo que con eso es suficiente con respecto a su físico.

Ahora, es lo que se consideraría una "chica excelente". Es buena estudiante, buena hija y buena amiga. Amable, linda, disciplinada y diligente. Buena atleta, y aunque nadie lo sabe (al parecer ni siquiera ella) es buen cantando, tiene potencial. Puede hacer prácticamente de todo.

Es la chica perfecta.

O bueno, lo sería, si no fuera terriblemente ingenua, confiada e idiota cuando se trata de la gente.

Los eventos de su historia empiezan desde el inicio de clases del segundo año de preparatoria, el pasado agosto. Llegó a la escuela a tiempo, como siempre, con su uniforme completamente limpio y su actitud brillante, como desafiando a todos los demás para acabar con su buen ánimo. Pronto alguien aceptaría el reto.

Recuerdo que desde temprano hacía algo de calor, lo que adormilaba a todos en el salón, pero ella entró radiante, vio a su amiga sentada en su butaca, con una pierna sobre el asiento, sin importarle en lo absoluto su falda, escribiendo mientras murmuraba cosas extrañas, y se acercó a ella contenta.

- ¡Diana, buenos días!, ¿Qué haces? - le pregunto en cuanto la tuvo cerca

- Acelero apuntes para poder venderlos, hago una lista de todo lo que he gastado en el mes y estoy planeando lo que haré saliendo de aquí.

- ¿Eso no es mucho al mismo tiempo?, hagamos lo siguiente: saliendo de la escuela vamos a mi casa a hacer la tarea y jugar, y te quitas una preocupación de encima.

-¡Perfecto!, y mientras estas en tu práctica puedo hacer lo demás. Adelantaré mucho, muchas gracias- le respondió viéndola al fin a la cara.

- Bueno, entonces deja todo eso ahí y hablamos. No te he visto desde que te fuiste de viaje con tu mamá y tu hermano, ¿Cómo les fue?

Diana alzó los hombros desinteresada.

- Nada interesante que comentar. Fuimos a una cabaña en un bosque, exploré hasta que me regañaron, me quedé en la cabaña trabajando y me volvió a regañar, y después volvimos.

Elena se río con todas sus fuerzas.

- Ya me imagino a tu pobre mamá tratando de lidiar contigo; pero me alegro que te hayas divertido.

Poco después de eso llegó el primer profesor y las clases comenzaron,  cuando terminaron, todos se sintieron como se sienten las personas que regresan a trabajar después de haber descansado, todos menos yo, que no hice mas que trabajar en esas vacaciones, como era mi costumbre.

Elena estaba guardando sus cosas para reunirse con el club de atletismo, del que es parte, cuando alguien se le acercó. 

- Hola Elena, ¿podemos hablar?

Ella volteó a verlo, algo confusa, para encontrarse con un tipo llamado Mike. Sonrió cortésmente y le dijo que tenía tiempo, a pesar de que tenía una reunión en menos de diez minutos.

- Solo quería saber si puedes apoyarme a estudiar, desde el año pasado he estado teniendo problemas con matemáticas, y hoy no pude entender nada de lo que dijo el profesor... y bueno, como eres de las mejores en el salón.. .

- ¡Ah, claro que sí!, no te preocupes y déjamelo a mí. 

- ¿En serio? ¡Muchas gracias!, eres lo máximo. Cuento contigo - le dijo guiñándole un ojo.

Elena solo le dio su teléfono sin darle mucha atención y salió con Diana del salón.


Elena cometió en ese momento, en mi opinión, un error que le traería muchos problemas.


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