¿Sabes, querido lector? Algo que disfruto y al mismo tiempo me genera lástima es ver como una persona en apariencia fuerte pierde el control. Aunque tal vez no me creas, son más patéticos de lo que te imaginas. Es divertido verlos tratando de mantenerse a flote, pero también bastante decepcionante.
Cuando le envié el primer mensaje a Alex, prácticamente lo ignoró y no hizo caso de las indicaciones que le dejé. Fue cuando me di cuenta de que, si quería que me hiciera caso, debía llamar su atención, así que decidí que lo mejor era amenazarlo, así como lo había hecho Jam.
Pero no te confundas, querido lector, es idiota y yo no somos iguales.
Yo no solo amenazo.
Llamé a Diana en cuanto escribí el segundo mensaje a Alex. Le dije que el moriría, y puede que no se lo haya tomado muy bien, lo cual es lógico. Fue en seguida a hablar con su tío, y él le recomendó que lo mejor sería que no estuvieran juntos por un tiempo, para que ambos estuvieran protegidos, ya que llegó a la conclusión que el problema era ella.
Lo divertido del asunto es que, como podrás esperar, querido lector, Alex ahora buscaba convulsivamente estar cerca de Diana, en un intento desesperado por protegerla.
No hizo falta hacer mucho para estresarlo más. Solo necesité un uniforme roto, un casillero desordenado y una mochila perdida para que se volviera loco. He de decir, además, que también la suerte estaba en su contra. De la nada le ocurrieron accidentes a Diana, en los que no tuve nada que ver, mientras ella trataba de alejarlo. Llegaron a mojarla completamente y se casi se cae de las escaleras, al tropezarse con un bote de basura.
Pero lo que terminó de romperlo fue lo ocurrido unos cinco días después del mensaje. Diana estaba buscando un lugar para esconderse de Alex, como se había hecho costumbre en esos días. Terminó fuera del edificio principal, jadeando por correr para evitarlo. Al igual que él, se veía preocupada, y agotada. Se paró un momento en la parte trasera del edificio, con la espalda recargada en el muro, recuperando el aliento, cuando del segundo piso se cayó una maceta, e iba directo hacia su cabeza. Ella la vio cuando ya era imposible quitarse y salir ilesa, pero por pura suerte Alex la encontró a tiempo, la empujó para que nada le pasara. La maceta se quebró en el suelo, y ambos la miraron horrorizados
- ¿Están bien? - preguntó alguien desde arriba - ¡Perdón! No estaba viendo y choqué con la maceta.
- Si, estamos bien. Tengan cuidado - contestó Diana, molesta. Intento pararse del piso, pero Alex la tomó del brazo.
- ¿Qué haces aquí? - le preguntó, respirando con dificultad - ¿no te dije que no te alejaras de mí?
- Basta, Alex - le contestó ella, tratando de soltarse - esto ya es demasiado. Yo...
No pudo continuar. Alex, al ver que quería alejarse de nuevo, la abrazó con fuerza.
- Por favor, no vuelvas a desaparecer así - le rogó, temblando y con la voz llorosa - me... me asusté muchísimo.
Diana lo sintió temblar, y la preocupación se acentuó aún más en su rostro. Se quedaron abrazados en el piso hasta que Alex se calmó, dejando ligeramente mojada la camisa de Diana.
Era patético, que hasta daba risa verlo. No tuve que esforzarme nada para hacerlo obedecerme. En fin, creo que me equivoqué esperando demasiado de él.
Así que aquí estamos, en el mismo callejón en que lo esperé antes, con la diferencia de que ahora por fin nos vemos las caras. Estoy en la única salida posible. No hay forma de escapar.
Es momento de la verdad, de revelar si merece o no vivir.
- Buenas noches, Alex - saludo sin poder evitar burlarme un poco
El solo me mira como respuesta, y pasa directo al grano.
- No creo que te hayas molestado tanto para traerme acá solo para hablar, ¿qué quieres?
- Nada en especial. Necesito preguntarte algo. Lo que suceda después dependerá de tu respuesta - digo mientras tomo un tubo que veo en el suelo- dime, Alex, ¿podrás contestarla? Sabes que tu vida depende de la respuesta que me des, ¿verdad?
Alex intenta retroceder, sin éxito. No deja de mirarme con ansiedad. Traga saliva con dificultad.
- Alex, ¿cuál es mi nombre?
Ha llegado el momento, querido lector.
Su vida está en tus manos
DI MI NOMBRE.
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Invisible
Mystery / ThrillerJuguemos un rato, querido lector; tus decisiones afectarán el curso de la historia. ¿Estás listo para enfrentar las consecuencias?