Parte 30. Intenciones

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Una mujer de mediana edad y cara de pocos amigos teclea con fuerza el teclado de su computadora en la farmacia. Paseo por el corredor buscando medicina que me baje la fiebre, y ella ni se da cuenta de que estoy aquí. Encuentro lo que busco, y la idea de irme sin pagar cruza por mi mente; pero decido que no es relevante, porque el dinero no es algo que me falte ahora. Llevo la cajita de medicamento y una botella de agua al mostrador y saco dinero de mi bolsillo.

- Buenas noches - me dice secamente la mujer. Registra los productos en la computadora y me dice lo que tengo que pagar. Yo le doy el dinero y salgo de la farmacia con una bolsa. Afuera abro la botella y la me tomo una pastilla. Me siento un momento, sintiéndome un poco mejor. Debería estar de camino a mi casa, pero no quiero todavía.

Miro hacia el cielo oscuro, con apenas unos cuantos puntos brillantes, y comparo la vista con la noche estrellada de mis vagos recuerdos, de esos que pesan recordar.

Con no poca dificultad me levanto del piso y me dirijo a mi solitaria casa, donde nadie más que mi cama me espera.

***

Alex entró en el auditorio de la escuela, con los brazos cruzados y totalmente irritado. Diana le había tendido una trampa de nuevo, y ahora se encontraba ahí por la tonta apuesta que había hecho hacía un rato.

- ¡Hola a todos, perdonen que lleguemos algo tarde! - grito ella, sin intenciones de dejar que el ensayo continuara. Jack los vio entrar y el rostro se le iluminó, casi como si hubiera visto entrar al amor de su vida por esa puerta. Rápidamente se bajó del escenario y se acercó a ellos.

- ¡Hola! pensé que ya no vendrían.

- Vamos, niño, te lo prometí ayer - le dijo ella con un tono jovial. Alex desvió la mirada de ambos, molesto - Aquí traigo a tu técnico de luz y sonido - agregó tomándolo por el brazo. Él se soltó en seguida.

- A ver, dejemos las cosas claras - empezó Alex, dirigiéndose a Jack - sólo vendré aquí hoy, una o dos veces en estos dos meses y en el ensayo general. No quiero que me digas como hacer mi trabajo ni me recomiendes nada, y voy a necesitar que me des el guion de la obra. Hoy voy a estar en la cabina y tal vez un poco en el escenario, para ver qué equipo tienen aquí, y me iré después de revisar eso, ¿de acuerdo?

Jack tragó saliva.

- S-s-sí, claro. Las copias para ustedes las tengo justo aquí - les dijo a ambos, dándoles un guion a cada uno - ya hemos hecho lecturas, y ahora ya estamos practicando aquí.

- ¿Van a hacer Hamlet? - preguntó Diana, entre interesada y emocionada.

- Si... es una reescritura del original para que podamos decir las líneas sin trabarnos, pero es lo más fiel a la original que pude hacer - dijo acercándose una chica - yo fui la que adaptó el guion.

Alex hojeó el libreto mientras subía a la cabina, y Diana se acercó con ellos hacia el escenario mientras seguían hablando.

- Ha de haber sido difícil, ¿no? Me llamo Diana.

- Un poco, sí; pero como soy fan de Shakespeare, lo disfrute muchísimo. Soy Anne.

- Bueno, como la mayoría de los que estamos en el club somos chicos, creímos que quedaría mejor hacer esta obra que la de Romeo y Julieta - comentó Jack riendo. Después subió al escenario y le hablo a los que estaban ahí - chicos, el que está en la cabina es Alex, va a ayudarnos con la luz y el sonido. Ella es Diana, su amiga. Sigamos con el ensayo. Vamos a seguir con la tercera escena del segundo acto.

- ¿Puedo sentarme y observarlos? - preguntó Diana

- Claro, y nos puedes decir después que tan bien lo hacemos - le contestó un chico que estaba ahí.

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