Parte 37. Método

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Ethan me mira algo preocupado.

- ¿Cómo estás? - me pregunta

- Ya mejor, gracias; pero supongo que no estás aquí precisamente para ver si me siento bien.

Asiente, como si no encontrara como abordar el tema.

- Puede que alguien haya descubierto tu identidad - dice al fin.

- ¿Por qué supones eso?

- Han atacado a Elena

***

- Bueno, te veo en el salón - dijo Diana después de entregarle la bolsa, y estaba a punto de irse, cuando Alex la detuvo tomándola de la mano, sin dejar de ver el dinero.

- Diana, ¿qué es esto? - le preguntó con voz temblorosa

- ¿Una compensación? - respondió ella, un tanto confundida.

- ¿De dónde sacaste todo este dinero?

- ¿Importa? El punto es van a poder comprar otra cosa de esas, y pagar el sueldo de tu papá, aunque en realidad no sé si sea poco... espero que no.

- No puedo aceptarlo.

- ¿Por qué no? Sólo tómalo, no lo hagas difícil.

Quiso zafarse, pero Alex no la dejó.

- Diana, esto es serio, necesito que me digas de donde sacaste todo el dinero.

- Suéltame Alex, eso no te importa - dijo ella en un tono un tanto acalorado, lo que lo hizo desconfiar más.

- No te voy a soltar hasta que me digas.

- Dios, Tinker Bell, estás siendo molesto. No te preocupes, no lo robé, no asalté a nadie ni hice ningún fraude, ¿ok? sólo tómalo y dejemos el tema aquí.

El agarre de Alex se suavizó, momento que aprovecho ella para zafarse y salir corriendo. Alex se quedó ahí, si saber que hacer. Después de unos segundos, escondió la mochila y se fue al salón. Cuando llegó, encontró a Diana con su grupo de amigas, y dudó en acercarse, pero se dio cuenta que justo lo que quería ella era alejarlo, así que fue directamente a ella.

- Diana, no hemos terminado de hablar - le dijo frente a todas, mientras lo miraban de forma poco amistosa.

- Es mentira, ya te dije todo lo que necesitaba.

- Pero yo todavía tengo cosas que decirte.

- ¿Y qué es?

- Diana - dijo Flor - no te rindas ahora. Él no va a decirte nada de lo que quieres escuchar.

- Si - apoyó Camille - sólo ignóralo.

Fue cuando Alex se dio cuenta del camino que debía seguir para descubrir lo que quería saber, decir lo que ella quería escuchar. Se que le costó trabajo, pero no había opción.

- Bien, si no quieres que hablemos solos te lo voy a decir aquí. Quiero pedirte perdón por cómo te hablé ayer, no debí gritarte ni echarte la culpa por algo que obviamente fue un accidente, espero que puedas perdonarme - Diana lo vio a los ojos con esa mirada de borrego que conocía, estaba empezando a ceder - también quiero compensártelo... y me gustaría mucho salir a algún lado el fin de semana, si quieres.

Todos en el salón se callaron al escucharlo hablar así, lo que lo incomodó, pero no podía hacer nada al respecto, ya lo había dicho. Sus amigas lo miraron sorprendidas, y ella se veía conmovida.

- ¡Claro que me gustaría! Gracias.

En ese momento llegó el profesor, y todos se fueron a sus asientos. No pudieron estar juntos en el descanso por sus amigas, y al final del día ella se acercó a él, para ponerse de acuerdo.

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