Capítulo V

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"¡MATTHEW! ¡DETENTE! ¡BASTA!" Aquel fue el llamado desesperado de Sung Hanbin, que se abrió paso entre la bruma en su cabeza.

Matthew debía tener en cuenta de que no habían transcurrido ni siquiera dos semanas desde que le confesó a Hanbin sobre sus problemas de ira. Y la verdad era que él mismo pensó que era una persona diferente, alguien que no tendría los puños cubiertos de sangre otra vez no importa qué.

Sin embargo, fueron solo dos palabras murmuradas con desdén; solo dos palabras que tiraron por la borda todos los esfuerzos de Matthew.

"¡¡¡Matthew!!!"

Aunque si lo pensaba mejor, esas dos palabras podrían solo haber sido la excusa.

¿Cómo había acabado así una vez más?

En realidad todo pasó rápido, tan rápido como las cinco respiraciones que Matthew tomó antes de que su cabeza ardiera y empezara una pelea.

Cinco.

Empezó cuando Hanbin y los demás dejaron de ir a la cafetería durante el almuerzo. Matthew no sospechó nada al principio (probablemente porque estaba demasiado distraído comiendo del almuerzo que Hanbin personalmente traía para él todos los días como para pensar en algo más). 

Sin embargo, una mañana Matthew despertó con unas incontrolables ansias de comer uno de esos sándwiches de la cafetería. Fue todo en lo que pudo pensar toda la mañana, así que, cuando llegó la hora del almuerzo, se puso en pie y tiró del brazo de Hanbin.

—¡Vamos!

—¡Eh! ¡Matt! —Hanbin se resistió— ¿Qué pasa?

—¡Vamos a la cafetería, rápido!

Matthew estaba demasiado apurado intentando tirar de su amigo, que no notó cómo el semblante de éste cambiaba radicalmente a uno asustado, que intentó disimular con una risita torpe.

—¿Por qué? ¿ya te has cansado de mis almuerzos?

—¡No es eso! ¡Quiero un sandwich!

—E-Entonces, ¿Qué tal esto? Mañana te traeré uno.

—Pero quiero uno hoy.

—H-hey, Matthew —Ollie dijo, nerviosamente—. No es necesario apurarse, puedes ir a comprarlo después.

—Sí, sí —Gunwook también dijo, evitando la mirada del castaño—. Solo quédate aquí y comamos juntos.

Ante la resistencia del grupo, Matthew finalmente notó que el estado de ánimo era oscuro y que nadie quería verlo a los ojos. Incluso habían detenido sus movimientos al escucharlo decir que iba a la cafetería, por lo que el círculo de mesas que normalmente hacían en el salón de clases para comer estaba incompleto y desordenado.

—¿No vendrás? —Matthew preguntó a Hanbin, cruzándose de brazos.

Hanbin sonrió rígidamente, parecía a punto de decir alguna otra cosa para convencer a Matthew, pero Hao se puso en pie.

—Iré contigo.

Como una costumbre que desarrolló ante Zhang Hao, Matthew quería negarse de inmediato. Nunca salía nada bueno de quedarse a solas con él, probablemente terminaría con el rostro de Hao lleno de huellas dactilares.

Pero antes de negarse, Matthew le echó una mirada a Hanbin. Comúnmente Hanbin actuaba como un bloqueador de Zhang Hao, pero esta vez no parecía dispuesto a actuar de su guardaespaldas.

Matthew alzó una ceja, sintiendo que había algo raro. Decidió que averiguaría después, y primero agarró el brazo de Hao para llevárselo consigo.

—De acuerdo, vamos.

ANNOYED!! (MATTBIN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora