No me llames amor (Serie «Solo tú I»)

12| ANDREW

El jueves tuvimos un entrenamiento bastante duro pero al día siguiente jugábamos un partido importante así que ya nos estaba bien. Habíamos decidido ir a cenar Liam, Evan, Luke, Alex y yo a una hamburguesería al terminar, Alex quería hacer una nueva reseña, así que al salir de los vestuarios fuimos a buscar los coches al aparcamiento.

—Por cierto, Jess viene con nosotros. No os importa, ¿no?

Liam resopló y Luke puso los ojos en blanco. Últimamente pasaban demasiado tiempos juntos. Yo me encogí de hombros, me estaba acostumbrando a la novia de Alex a pesar de que me apeteciera ir solo con mis amigos.

Supongo que hay cosas peores, pensé.

Un momento... esa frase ¿no era de Noa?

—Pensaba que iba a ser una noche de chicos —replicó Evan poniendo morritos.

—Pues ahora será una noche de chicos y mi atractiva novia Jess —soltó Alex. Yo me reí.

—Está bien —contesté—. ¿Viene para aquí o nos la encontramos allí?

—Hemos quedado aquí, estará al llegar.

Liam volvió a resoplar y Evan se cruzó de brazos. Esperamos un par de minutos hablando del partido de mañana hasta que al fin apareció Jess... con Noa.

—Lo siento chicos —dijo la novia de mi mejor amigo acercándose—, me ha costado la vida convencerla para que se una a nosotros. Espero que no os importe.

—Hola —saludó Noa a todos un poco incómoda una vez estaban delante de nosotros.

Evan se descruzó de brazos de inmediato y le lanzó una sonrisa ladeada, de esas que les ponemos a las chicas cuando queremos ligar con ellas. Al darme cuenta fui yo quién me crucé de brazos con el ceño fruncido sin entender mi reacción.

—¿Entonces ya estamos todos? —preguntó Liam mientras Noa se acercaba a mí y me daba un pequeño empujón con el hombro.

—Hola Andrew, te veo un poco gruñón —me susurró con una pequeña sonrisa.

Yo me reí entre dientes y la abracé por el hombro acercándola a mí. No sabía porque lo hacía pero me sentía lo suficiente cómodo como para cogerla de esa manera. Por la mañana habíamos quedado para tomarnos otro café juntos y la verdad era que me gustaba pasar tiempo con ella. Era simpática y divertida y mi primera amiga desde hacía mucho tiempo.

—¿Te acuerdas de Liam y Evan? —le preguntó Alex a Noa.

—¿Cómo me iba a olvidar? —bromeó Noa riéndose, cosa que hizo que frunciera el ceño de nuevo. ¿Qué quería decir con eso?—. Ya estás bien del labio, ¿cierto Liam?

Este gruñó en respuesta pero entonces nos reímos todos, menos Luke que nos miraba a todos extrañado, sin entender nada.

—Me he perdido, ¿qué le pasa a tu labio Liam?

—Que un gilipollas me lo partió en la fiesta de Evan-se quejó haciendo pucheros.

—¡Liam! -le gritó Jess—. ¡Esa boca!

Noté a Noa reírse en silencio a mi lado, yo sonreí.

—No empieces Jess. En serio, eres peor que mi madre.

Esta resopló indignada.

—¡Mierda! —exclamó Luke—. Por lo visto me perdí un fiestón.

—Eso te pasa por no haber venido —se burló Evan.

—No tengo la culpa de que mi abuela decidiera caerse por las escaleras ese fin de semana.

—¡Madre mía! ¿Está bien tu abuela? —le preguntó Noa preocupada.