48| NOA

1.5K 64 22
                                    


—¡Sorpresaaaaaa! —gritaron Emily y Jess nada más abrí la puerta del piso.

Acababa de llegar de clase y mientras, esas dos locas habían decorado el piso con una pancarta gigante y un montón de globos. Era cutre, pero a la vez adorable, se habían tomado la molestia de hacerlo por mí y para mí eso bastaba.

Las abracé a las dos, un abrazo quizás más largo de lo esperado, pero lo necesitaba y ellas lo sabían así que no se quejaron.

Estos días estaban siendo una mierda, pero hoy era mi cumpleaños y quería estar bien, quería disfrutarlo y celebrarlo con las personas que quería.

—¿Dónde está Kate?

—Ni idea —resopló Jess poniendo los ojos en blanco—, se suponía que tenía que estar aquí, pero se nos unirá a la comida seguro.

—¡Genial!

También me hubiera gustado estar con Andrew. Me entristecía pensar que no iba a celebrarlo con él como habíamos hablado tantas veces después de celebrar su cumpleaños en la bolera. Después de la conversación de anoche con Andrew me derrumbé en mi cama y lloré como nunca.

Me acerqué a mi habitación para dejar mi mochila y me encontré un par de regalos y un sobre. Sonreí y me asomé a la puerta.

—¿Puedo abrir ya los regalos? —pregunté emocionada.

—¿Qué regalos? —preguntó Jess.

—¡Los que hay en mi cama! —Levanté una ceja, como si ella no lo supiera. Ella frunció el ceño y vi que Emily estaba haciéndose la tonta.

—¡Emily! ¿Son tuyos?

—No exactamente.

—¿Eso qué quiere decir?

Suspiró.

—Son de Andrew.

—De Andrew —repetí mecánicamente sin pensar. —No lo entiendo.

—No te enfades Noa... Andrew ha venido hace un par de horas buscándote para felicitarte y darte el regalo, pero estabas en clase así que los ha dejado en tu cama.

—Este tío es tonto —gruñó Jess—. Podría ahorrárselo después de lo de ayer.

—No quiero hablar de Andrew hoy, no quiero pensar en él.

—No deberías haberle dejado entrar Emily —le recriminó Jess sin hacerme caso.

—Creo que se merece el regalo, y además Andrew está tan destrozado como ella.

—¿Te crees que no lo sé? Vive con mi novio.

—Entonces, ¿cuál es el problema?

—El problema es que no está haciendo las cosas bien y tiene que espabilar.

—¡Lo está intentando!

—No, la está cagando, una cagada detrás de otra.

Al final hablé yo.

—¡He dicho que no quiero hablar de Andrew hoy! ¿Podríamos olvidarnos y pasar un buen día? Paso de que me amargue el cumpleaños.

—Está bien —suspiró Emily.

—Voy a ducharme y cambiarme de ropa.

Ellas asintieron con expresión más decaída.

Miré los paquetes y fruncí el ceño. No quería los regalos, no quería nada suyo. ¿Por qué seguía insistiendo? Estaba más que claro que ya no podíamos ser amigos y mucho menos algo más. ¿Por qué tenía que venir a darme todo esto?

No me llames amor  (Serie «Solo tú I»)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora