A diferencia de otros líderes de grupos terroristas, Pain era uno bastante sensato. Pese a conocer el alcance de cada uno de sus miembros, no los arriesgaba en misiones peligrosas solo por conveniencia, sus acciones siempre eran de lo más calculadas, y si no fuese por algún que otro inconveniente que le surgía de vez en cuando, principalmente por culpa de Hidan, Kakuzu o el propio Kisame, casi podían decir que Akatsuki era un grupo perfecto. Criminal, si, pero perfecto a fin de cuentas. A pesar de ello, Pain no buscaba perfección, no necesariamente, es solo que tenía en cuenta que el Tsukuyomi infinito era un plan que requería paciencia, poder y muchísima preparación, es por eso que trataba de mantener con vida a sus subordinados tanto como pudiera – aunque no es como si algunos se lo pusieran muy fácil, y eso incluía preservar la seguridad de algunos en específico por cuestiones de su casta.
La primera regla de Akatsuki era obedecer a los líderes; La segunda, por otro lado, era igual de seria:
«Los compañeros Omega no se tocan sin su consentimiento»
De hecho, una vez su grupo estuvo completo los reunió a todos para advertirles muy claramente que, sin importar la excusa, mataría sin piedad a cualquiera que le pusiera una mano encima a un compañero o compañera si este no estaba de acuerdo. Ellos imaginaban que lo decía por Konan, aunque mucha falta no hacía, ella era reconocida por ser una mujer fuerte y además se la pasaba con su amigo de la infancia todo el tiempo. Yahiko había sido un Alfa mientras vivía y Nagato también, aunque se presentó algo tarde. Sin embargo, al estar todo el día metido en aquella máquina, el Uzumaki no solo había perdido la capacidad de moverse, también el sentido del olfato y algunas otras funciones típicas de su casta, por lo que estar junto a Konan no representaba ningún problema.
Ahora, con el resto de sus subordinados debió ser más creativo.
Itachi y Kisame eran Alfas y por lo tanto no había ningún problema, Hidan, por otra parte, resultó un poco complicado ubicarlo hasta que se dió cuenta que Kakuzu, pese a ser Alfa, era su mejor opción. El sujeto era amargado, tacaño y ascético, por lo que dificultaba mucho que un celo repentino pudiera tentarlo, eso y que el religioso era conocido por poseer un olor extraño que no todos encontraban deseable, algunos se lo atribuian a sus rituales, pero Deidara aseguraba que simplemente estaba podrido por dentro , en cualquier caso el problema seria si pasara al revés, no obstante, Hidan ya se había declarado un amante del dolor extremo, por lo que de seguro si su compañero entraba en celo, querría aprovechar el momento para satisfacer su lado masoquista con aquellas líneas negras que salían de su musculoso cuerpo.
A Konan no le pareció muy buena idea, pero Pain le restó importancia. Siempre que hubiera consentimiento lo demás era cuestión de cada quien.
Con Deidara la cosa fue más sencilla. Se desconocía si Sasori fue Beta o Alfa mientras era humano, pero en vista de que ahora era prácticamente una marioneta, esos asuntos propios de la carne eran completamente ajenos a él. Podía oler sin problemas a su compañero, pero no le afectaba, de modo que si Deidara sufría algún percance hormonal en el camino, fácilmente le compraba unos supresores y se mantenía cerca para evitar que alguien quisiera sacar ventaja del asunto.
Argumentaba que lo hacía por el bien de la misión y porque no le gustaba hacer esperar a nadie, pero todos eran capaces de ver que, lo quisiera o no, le tenía un cariño sincero a su compañero. Si Deidara deseaba pasar la noche con medio pueblo no había problema, a fin de cuentas era adulto, pero si alguien, no importa quien, osaba aprovecharse de su vulnerable situación, se encontrarían cara a cara con una marioneta asesina llena de veneno.
El artista lo veía como un abuelo huraño y protector, de esos que mantienen su distancia porque no son afectivos pero al mismo tiempo encuentran la forma de velar por su bienestar.
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HISTORIAS PARA DOS
Random*Si para Deidara no había nada peor en el mundo que un Alfa en celo, imagínense su frustración cuando le tocó enfrentar a nada menos que a Itachi Uchiha - un Alfa - en celo. *Oh ese bastardo Uchiha se las pagaría, esto no lo dejaría pasar, él tendrí...