DULCE MAÑANA

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Temprano en la mañana, Deidara preparó el desayuno. Hoy se había despertado primero y por impulso decidió que complacería a sus papilas gustativas más refinadas.

Ahora, se paró frente a la estufa cocinando una mezcla de verduras picadas y jamón para usar como relleno de quiche. La música, sonaba suavemente, una práctica grabada desde el comienzo de cada día para él, estaba tratando de ser productivo hoy.

-Buenos días, Dei-Deidara escuchó por primera vez las palabras soñolientas y ociosas antes de sentir el cuerpo sólido y cálido presionando detrás de él

Fuertes brazos rodearon su cintura, trayendo instantáneamente una sonrisa a Deidara quien se fundió en el profundo abrazo.

Itachi acarició su cabello rubio suelto después de colocar un dulce beso en su sien, el afecto del cuervo envió aleteos a través del cuerpo de Deidara y se le puso la piel de gallina.

Aún más, el aroma irresistible de Itachi también lo acompañó, una mezcla dócil de su ser natural, con un toque de colonia fresca.

Deidara siempre se emocionaba con las sensaciones que Itachi avivaba con su mera presencia, nunca se cansaba de él y siempre lo acogía con beneplácito.

-Mm, buenos días-el hombre más bajo tarareó a modo de saludo mientras seguía revolviendo lo que había en la sartén

El residente recién despertado se demoró, enganchando su barbilla sobre el hombro izquierdo de Deidara dando sentido a todos los ingredientes y utensilios de cocina.

Hábiles dedos se deslizaron sin pensar bajo la camiseta sin mangas blanca que Deidara usaba, complaciéndose en la suave firmeza de sus abdominales.

A la izquierda del mostrador había un molde para hornear redonda forrada con una bandeja para pastel, y en el mostrador opuesto había plátanos junto con ingredientes que, cuando se redondeaban, eran inconfundibles para el propósito de la masa para panqueques.

Este era el desayuno favorito de Deidara, quien se lo presentó a Itachi cuando se juntaron por primera vez, y desde entonces, se ha convertido en su alimento básico matutino la mayoría de las veces.

-¿Estás haciendo todo bien?-la voz suave y baja de Itachi sonó en la mejilla de Deidara

Deidara asintió afirmativamente, animando al hombre de cabello negro a tomar de inmediato la porción restante y comenzar a batir la receta de panqueques de plátano.

Los preparativos del desayuno fluyeron congruentemente, elaborados por sus años como pareja y dando paso a una charla amistosa sobre cualquier cosa y de todo.

En un momento, Deidara comenzó a burlarse de Itachi llamándolo 'mamá gallina', cuando el tema llegó a Sasuke y los eventos de la semana pasada sobre la propensión del hermano menor a hacer acrobacias arriesgadas y peligrosas mientras todos habían ido en motocross.

Fieles al deporte extremo, todos habían llegado al límite; sin embargo, Sasuke había sorprendido a todos cuando se atrevió a dar una voltereta hacia atrás improvisada con su motocicleta.

Afortunadamente, aterrizó impresionando a Deidara, quien vitoreó y gritó, pero la reacción de Itachi fue una historia diferente.

Tan pronto como regresaron, Itachi desmontó yendo directamente hacia su hermano adolescente y, con toda seriedad, lo envolvió en un abrazo aplastante, luego vino la reprendiera sobre el truco extremadamente fatal y sobre nunca más asustarlo así, Itachi preocupado era peor que cualquier cosa, tensando el ambiente en ese entonces, sin embargo para Deidara nunca fue difícil de calmar los impulsos maternales,  "-Sí, pero Tachi debes admitir que eso fue jodidamente legendario"-el comentario de Deidara rompió la tensión, y ambos Uchiha esbozaron una sonrisa.

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