LOVE ME HARDER

XXII

Un día más de trabajo en la vida de Yoongi, ese día en especial no había querido ir a trabajar porque se había despertado en los brazos de su omega y luego habían tenido intimidad, cosa que rara vez pasaba en las mañanas pero al alfa le encantaba cuando sucedía.

Su omega se quedó dormido luego de eso y el lo dejó descansar, últimamente su omega tenía el sueño pesado, quiso hacer el desayuno pero al ver a su esposo dormir tan a gusto prefirió dejarlo dormir más tiempo. Así que solo hizo su desayuno y se fue a trabajar, claro era el jefe y de vez en cuando se podía dar el lujo de no ir a trabajar, pero ese día tenia mucho papeleo así que debía ir si o si.

Se sentó en su escritorio, se sentía muy relajado, así que sería más fácil trabajar ese día. Se puso sus anteojos para poder leer mejor y empezó a revisar los documentos, tenía que hacer algunas exportaciones así que era algo muy importante. Escucho que abrieron la puerta de su oficina y levanto la mirada para ver de quien se trataba, su nuevo secretario había entrado.

— ¿Que hace dentro de mi oficina?, no recuerdo haberlo mandado a llamar, ¿o si? — le ponía de muy mal humor que entraran a su oficina cuando estaba concentrado

— Se que no jefe, pero, quería verlo — se acercó lentamente al escritorio de Yoongi

— ¿Verme? — frunció el ceño y se quito los lentes, un buen día lo iba a despedir

— Si, es que yo

— Mire, seré directo con usted, a mi no me gustan este tipo de cosas. Odio que piensen que por ser mis secretarios pueden entrar a mi oficina a cualquier hora y peor aun que vengan con cosas ridículas, por este motivo despedí a mi antiguo secretario y lo mismo haré con usted

— Pero, yo puedo ser mejor que tú esposo, dame una oportunidad de demostrarlo

— ¿Quien le dio derecho a tutearme?, soy su jefe no su amigo — se levantó de su asiento — además no diga tonterías, usted no es nadie comparado con mi esposo, nadie nunca será mejor que él y usted no le llega ni a los talones. Ahora hágame el favor de salir de mi oficina antes de que lo despida hoy mismo sin ninguna liquidación

— Pero jefe — se acercó más a su escritorio, acción que terminó por enojar más a Yoongi

— He dicho que se vaya, no le quedó claro

El secretario salió de la oficina rápidamente, Yoongi estaba muy enojado, todos los omegas que había tenido por secretarios habían echo exactamente lo mismo y él sabía perfectamente que lo hacían con el único propósito de tener más dinero y una buena posición social.

Iba a contratar a un beta como secretario la próxima vez, ya estaba harto de ese tipo de situaciones y lo que menos quería en estos momentos era un problema con su esposo.

Jimin andaba muy sensible últimamente y hace unos días había discutido con él por culpa de su secretario. Porque accidentalmente su secretario choco contra él y le dejó su aroma en la ropa, por más que trato de explicarle a su omega lo que había pasado Jimin se había molestado mucho con él.

Y siendo sincero no quería que eso volviera a ocurrir.

Por otro lado en la casa de los dos, Jimin recién se estaba despertado, de restrego un poco sus ojos y se quedó viendo la hora en el reloj, ya eran las once de la mañana, se levantó lo más rápido que pudo y se quedó viendo la mesita de noche, su esposo le había dejado una nota, la agarro en sus manos y empezó a leerla.

La nota decía: "Buenos días amor mio, ya desayune así que no te preocupes. Quise hacerte el desayuno también pero te veías muy lindo mientras dormías así que no quise despertarte, pero por favor desayuna bien cuando te levantes, te amo mucho"

El omega sonrió, su esposo era tan lindo. Dejó la nota en la mesita y se fue a bañar, lavo con cuidado su cuerpo, al salir de la ducha, se puso ropa cómoda y bajo a desayunar, cuando terminó de comer le dieron unas enormes ganas de vomitar así que salió corriendo al baño. Si había algo que odiara era vomitar, odiaba como los jugos gástricos le quemaban la garganta, pero sonrió, ya sabia de que se trataba aunque aún faltaba confirmarlo.

Sentía la enorme necesidad de estar cerca de su alfa, asi que cuando terminó de hacer las quehaceres de la casa decidió ir a la oficina de su esposo y pasar la tarde con él.

Subió a su auto y condujo hasta la empresa, estacionó su auto y subió al elevador, presiono el botón del piso de su amado alfa como siempre y espero hasta llegar. Cuando salió del elevador sin querer escuchó una conversación ajena, quiso ignorarla pero cuando escucho el nombre su alfa de quedó a escuchar, aunque hubiera preferido no escuchar aquello.

— Dice Kihyun, que el jefe lo trata como un rey, él me contó que hoy el jefe Yoongi le dijo que tenía ganas de hacerlo suyo como tantas veces lo han echo en su oficina

El corazón de Jimin se rompió al escuchar aquello, eso no podía ser verdad.

— El otro día a mi me dijo que el jefe le ha dicho que su esposo no se compara con él

— Que adivinado es Kihyun al ser el amante del jefe Min

— Lo mismo digo yo, solo es cuestión de días para que mande a volar a su esposo

Lágrimas empezaron a resbalar por sus mejillas, su corazón dolía, negó con la cabeza eso no podía ser verdad. Él confiaba en que su esposo jamás le haría eso, pero escuchar aquello le había dolido demasiado. Además la duda entró en él, ¿y si tal vez eso era verdad?, se dio la vuelta y regresó a su auto, solo quería regresar a su casa.

Kihyun había observado todo lo que había pasado, solo era cuestión de días para deshacerse del esposo de su jefe y tener el camino libre con él.