En una ciudad muy visitada y célebre, la luna y las estrellas iluminan el hermoso cielo oscuro, miles de paparazzis se encuentran fuera del hotel Luxsur, esperando a que el country de dos escudos salga de ahí.
—¿Siguen afuera? - pregunta el ya mensionado, a uno de los sirvientes del hotel.
—Sí señor... Y son bastantes - dijo mirando cuidadosamente por la ventana.
—Agh... ¿Ahora como saldré de aquí?, tengo una reunión importante dentro de media hora- dijo angustiado mientras el sirviente se acercaba a él.
—Descuide señor, si desea, puede salir por la puerta trasera.
—No es tan fácil... -dijo llendo hacia la ventada qué da al patio trasero del hotel.
—¿Porqué dice eso? -confundido se acerca al country y este abre la ventana dejando ver a muchos paparazzis instalados en el patio trasero.
—Por esto, ¡están por todas partes! - gritó cerrando la ventana -¡Se multiplican como cucarachas!.
El sirviente suspiró con desánimo, se había dado cuenta de que se le olvidó llamar a los guardias qué cuidan la entrada al patio trasero.
—Bueno, no se altere señor, todo estará bien -dijo con voz tranquila viendo al country caminando en circulos desesperado.
—¡Le prometí a ONU qué llegaría a tiempo, y por culpa de esos amantes de las cámaras llegaré tarde! -su tono sonaba enfadado, haciendo que el sirviente se preocupe más.
El sonido de un motor estacionandose en frente del hotel hizo qué ambos miren hacia la ventana.
—¡Qué suerte tiene usted!, su auto acaba de llegar.
—Gracias a Dios -dicho esto salen dos hombres del auto pidiendo que los paparazzis hagan paso.
—Puede ir sin problemas señor.
—Por ahora, pero gracias -el country sale desprevenidamente del hotel haciendo que los destellos de la cámaras inicien.
Los paparazzis gritaban diciendo el nombre del country para tomar unas fotos, aturdían a este.
Directamente se dirige al auto seguido de los dos hombres y los tres suben rápidamente.
Una foto borrosa por aquí otra foto sin enfoque por allá, destellos, destellos y más destellos, se repiten el la mente del country.
—¿Se encuentra bien señor? -preguntó el hombre al volante, ya en el camino hacia el lugar de la reunión.
—Sí, estoy bien -volteó la cabeza y vió qué algunos paparazzis veían como el auto se llevaba a su centro de atención , y a los segundos solo se veía la ruta por la que iban.
—Son muy molestos ¿no es así? -el hombre al volante miró al ojiverde por el espejo retrovisor del auto.
—Demasiado -dijo el tricolor mirando por la ventanilla del auto, hundiéndose en sus pensamientos.
Pero no duro mucho su trance ya qué al sentir el auto detenerse le hizo darse cuenta de que ya llegaron.
—Ya llegamos -dijo el copiloto.
—Justo a tiempo -dijo el country viendo su reloj de mano.
—Antes de que se baje... -dijo el copiloto volteando hacia el country listo para salir.
—Dime, pero que sea rápido.
—Le quiero comunicar qué un country me dijo que quiere hablar con usted mañana en el restaurante Milord.
—¿No sabes de quién se trata?.
—Justamente me dijo que su identidad la sabrá usted al verlo mañana.
El pelirrojo no dijo nada, se preguntaba quien podría ser ese country que desea hablar con el y de que querrá hablar.
—Pues... Dile que estaré allí para las ocho a.m -rápidamente abrió la puerta del auto, y antes de que algún paparazzi llegara entró a paso apresurado al edificio gigante de la ONU.
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𝙋𝙤𝙥𝙪𝙡𝙖𝙧 ¿𝙔𝙤?
FanfictionDonde la fama y el dinero crecen, los conflictos y desgracias nacen. Quién hubiera dicho que una inocente amistad entre dos países sería una de las causantes.