bruja arcana

capitulo 6

Narrador 

El tiempo había acabado, las brujas volvieron a casa... o se le hubiera gustado, en el momento que Lillian puso un pie en ese salón los gritos la abordaron y al mirar todo su mundo se cayó a pedazos 5 de sus hermanas estaban paradas ante ella en su forma espiritual con sus cuerpos inertes a unos metros mientras que el resto de sus hermanas estaban gravemente heridas 

 - Es bonito volver a vernos querida hermana, no sufras me encargare de cuidarlas, no nos olvides. – dijo Michelle.

Las manos de Lillian temblaban ante esas palabras ella tenía de protector al señor Samuel y él estaba a sus espaldas, sus amadas hermanas menores tendrían que cruzar por su cuerpo para poder descansar en paz, noche se baja de sus brazos y ante la vista de la corte de magia ven como la candidata más joven a gran madre, extiende sus brazos y envuelve en un abrazo al propio aire, por cada abrazo un cuerpo de las pequeñas brujas se desasía en cenizas hasta que no quedaba nadas de ellas.

Los ojos de Lillian estaban cristalinos, casi rojos por las lágrimas acumuladas, pero ninguna lagrima cae de ellos.

 - Ven. - pidió Lillian.

Con esa sola frase un cristal es roto y una horquilla aparece dirigida a la mano de Lilian una vez en ella son segundos en los que, con un simple movimiento, un cobertor de mana rodea a las otras niñas que estaban heridas, Dana tenía el abdomen perforado, pero se fue cerrando y curando, todas las curanderas del aquelarre miraban asombradas como la magia de Lilian curaba al resto.

El proceso fue terminado con postura firme cabeza en alto y varita hacia abajo Lilian se mantenía firme ante su madre, el consejo y la corte, todo el aquelarre, tenía sus ojos en ella, algo distinto la rodeaba, una densidad del distinto mana emitía, no había rastros de la pequeña niña que salió hace un año de ese lugar.

 - Hij... no, Lillian ... ¿has completado la prueba? - pregunto Isabela.

 - Así es gran madre, las doce tareas impuestas fueron realizadas y completadas-comunico Lillian, su caminar fue lento, pero seguro tomo la mano de cada una de sus hermanas menores y examino sus rostros, para luego abrazarlas dejando que se acurruquen en sus brazos buscando consuelo y tratando inútilmente que las lágrimas no salgan. – todas y cada una de las doce tareas.

Dana al verla, solo dudo en lanzarse a sus brazos, ella tenía miedo, mucho miedo de saber que podía perderlas a todas y quedarse sola, Lillian le devolvió el abrazo con la misma fuerza, estar preparada para morir una misma no era lo mismo de ver morir a quienes amaban.

 - Por tus prendas ... no indican que has estado en un bosque con seres mágicos, ¿Cómo sabemos que no estas mintiendo? – pregunto Isabela.

Lillian y Dana se separaron suave mente mientras Dana ponía a las otras 3 niñas tras ella.

- Porque gastaría nuestro tiempo en mentiras madre Isabela-dijo lillian, con cuidado desajusta su vestido, saca la manga de su brazo izquierdo exponiéndolo a la vista, todas las brujas incluidas sus hermanas jadean al verla, en especial el consejo. – ya que todas nos encontramos bajo un mismo techo, les comunico que en este año de prueba donde se definiría el destino de nuestras vidas, tuve el honrado honor de ser llamada por el espíritu, de nadie menos que la Gran Reina Bruja, madre de nuestros 13 faros de sabiduría.

 El grito y las injurias no se hicieron esperar, las brujas no sentían envidia, ni mucho menos dudaban del conocimiento... pero toca un tema que cuestione lo escrito y serán igual a los animales. 

- ¡ORDEN ANTE MI PRECENCIA! Lillian estos temas son sagrados no había nada en ese bosque que pudiera invocar nada de nuestra historia, tu eres una hija mas no importa tu poder, solo eres una huérfana más a la que guiamos por el camino correcto. – sentencio con autoridad y frialdad la gran madre.