ONLY TWO XI

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Cap. 11

Su respiración estaba acelerada y era incapaz de respirar por su nariz, sudaba de forma helada. Sentía tantas ganas de vomitar, tanto miedo, tristeza y odió hacia sí mismo.

En qué se había convertido con esas estúpidas marcas que cubrían su cuerpo entero, su llanto era callado por su boca apretada y era capaz de escuchar sus dientes rechinar de lo apretada que mantenía su mandíbula, trató de calmarse haciendo pequeñas pausas al respirar, logrando que su respiración fuera un poco más calmada.

Miró nuevamente sus manos llenas de salpicones color carmesín y manchas de suciedad, al igual que su sudadera se había llenado, volviendo a él esas ganas de vomitar, se arrastró como pudo al bote de basura, ya que era lo más cercano y vomito, para volver a llorar, como pudo hacer eso, en que se había convertido.

Missa, un niño de tan solo 14 años, lloraba por el arrepentimiento de haberse dejado llevar por el enojo que sintió contra unos bullyings, dejando que su cuerpo actuará por la ira, lastimando con un palo al primero que se le acercó de forma hostil, dejándolo noqueado después de unos cuantos golpes con el palo, de no ser por sus amigos, las cosas hubieran escalado de forma aún más graves.

A su mente volvió el recuerdo del chico escupiendo sangre por su boca y aquella que brotaba de su nariz, pidiendo que parará entre chillidos y balbuceos, todos los presentes miraban la escena con horror.

--Missa, pará! --Gritó uno de sus amigos.

--Lo vas a matar! --Gritó su otro amigo con desesperación, llevando sus manos a sus cabellos para jalar de éstos.

Pero no fué deteniendo o más bien, no sé detuvo hasta que escucho ese grito que lo hizo detenerse por unos segundos.

--Misael! --Llamó esa voz cambiante de su tercer amigo, la cual por la pubertad comenzaba a ser más grave, missa lo miró por encima de su hombro, su amigo ya lo había tomado por debajo de su hombro, logrando inmovilizar al greñas --Largo! --Gritó a los demás, los cuales captaron lo gritado.

Los "amigos" del chico en el suelo lo cargaron como pudieron y salieron del lugar, mientras que los otros dos se fueron por el miedo que los envolvía.

Missa fue soltado por su amigo, cuando se decidió en tirar el palo y dejar de forcejear con él, fué soltado, callendo al suelo cercas de la sangre.

--Te das cuentas... De lo que haz echó!? --Habló su amigo de forma severa --Eres un pendejo, por qué lo hiciste!?.

No contesto, su mente repasaba lo que había echó hace unos minutos de solo mirar la sangre en el suelo. El horror se incrustó en su mirada, su respiración se volvió más rápida y ése temblor que se instalo en su cuerpo fueron señales que preocuparon a su amigo que se agachó para auxiliar al peli negro en lo que fuera, pero no sé esperaba que saliera corriendo como burro sin mecate.

--Missa! --Fué lo último que escucho missa.

Después de correr tanto llegó a su casa, subió las escaleras en dirección a su cuarto y solo azotó la puerta de esté, para terminar cómo ahora lo estába, llorando con arrepentimiento, odio y miedo, etcétera...

Su madre aún no volvía en ése momento del trabajo, aún que cuando lo hizo...

--missita~ --Lo llamó en un pequeño susurró, mientras acariciaba su cabellos oscuros con delicadeza.

Despertando a missa con aquellos toques delicados, él menor despertó sin energía, volviendo a él ése dolor que lo rodeaba, correspondiendo el gran abrazo cálido y protector de su madre, solo para volver a llorar y pedir perdón entre balbuceos.

Only Two [MissayQuackity]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora