cap.6

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Noah termino llevándose a Stiles a la comisaria, mientras que el resto decidieron ir al loft.

Lo malo, es Stiles.
Desde pequeño fue inquieto, para que se quede quito tiene que tener un hiperfoco en algo que le guste o le llame la atención.
Problema uno, es un niño de solo dos años es difícil llamar su atención.
Segundo es Stiles, un niño hiperactivo y torpe, bueno ahora es un bebé.

El Sheriff miro al bebé sentado jugando con sus manitas.

- papi- llamo el niño de forma feliz.
- ¿si?- contesto con calma, agradecía a todos los cielos que aún tiene las cosas de su hijo cuando era pequeño.
- ¿a dode vammo?-
- vamos a la estación de policía-
- ¿podemo comed donanas?- cuestiono emocionado.
- si te portas bien te compro una-
- que tega totolate-
- tendrá chocolate- sentencion con calma escuchando a su hijo chillar feliz.

Ahora solo debatía dos cosas, su hijo podía ser tan lindo y adorable, dos, ¿como carajo iba a explicar que tiene un niño que se parece a su hijo, a su cargo?.

Le dio muchos vueltas al tema, sin darse cuenta en un abrir y cerrar de ojos estaba afuera de la estación.
Rezo a todos los santos que existían que le den una idea para mentir.

Tomó a Stiles que se acurrucó en su hombro, llevando su diminuta manita a la boca.

- Toma- le quito la manito y le dio un chupete que fue aceptado con puro gusto.

Tomo la pañalera con las cosas del niño, sin olvidar la almohada de su hijo, hasta hora era lo más importante del pequeño pata poder dormir, y esa cosita tenía que dormir siesta, si es que no quiere a un pequeño berrinchudo todo la noche.

Camino hasta que se detuvo en la puerta, una vez ahí dio un suspiro pesado y entró.

Todos los oficiales miraron extrañado al hombre, ellos sabían que el sheriff tenia un hijo, pero no un bebé, si no un joven adulto que es un desastre andante.

- Sheriff, ¿de quien es el niño?- cuestiono uno de sus oficiales.
- él bueno- no sabía que decir, si decía que es su nieto, después como explica de separación, porque si su hijo no se iba quedar así toda la vida, hasta volver a tener diecinueve o ¿si?.

El pequeño solo salió de su escondite, y miró a todos, pestañeo con curiosidad y luego miró a su papi.

- papi- dijo tocándole la cara.

Antes que pudieran reaccionar, una de sus oficiales se acercó de forma rápida.

- pero si es el pequeño Stiles- dijo picando sus costillitas, provocando su risita.
- Sheriff nos hubiera avisado que iba venir con su hijo, hubieras comprado donas de chocolate para el pequeño demonio- dijo otro.

Noah no sabía que hacer ni que decir, Parrish que había visto todo estaba en la misma, era como si un hechizo hubiera sido lanzado para salvar sus traseros.

Con calma el Sheriff se despidió de todos y se fue con un hijo al despacho, no sin antes pedirle a Parrish que entre.

Noah dejo a su hijo el la alfombra, viéndolo jugar con pañalera.

- ¿usted cree que...
- no tengo la menor duda, pero es un bebé de dos años con magia- se quejó.
- si pero es Stiles, una chispa, la cosa más rara que existe en el mundo sobrenatural- dijo Parrish acercándose al niño que le dio una sonrisa y le enseño su peluche.
- pídele a Deaton algo que anule la magia de Stiles, no quiero que el se haga daño- dijo cansado, yéndose a sentar a su silla.
- okey, avisaré cualquier cosa por mensaje- dijo dejando al pequeño que hizo un puchero.

Padre e hijo se quedaron solo de nuevo, el bebé siguió con su tarea de sacar todo de la pañalera, encontrándose a su biberón.

Lo miro unos minutos debatiendo que quería tomar, decidió que quería juguito.

Pequeñas travesurasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora