Necesitaba el dinero.
Por eso accedí a trabajar de limpiadora junto a mi prima en una de las mansiones más grandes del país.
Fue gracias a ella que me contrataron, yo apenas tengo experiencia en nada.
Por no decir nada.
Hola, me llamo Maia, tengo 31 años y nunca trabajé en mi vida porque mi supuesta pareja de ese entonces me motivó a quedarme en casa diciendo que con su salario era suficiente para vivir.
Y sí lo era, no nos faltaba de nada.
Pero debí darme cuenta de que el hecho de que me quiera encerrada en casa, a pesar de yo querer ejercer mi carrera de maestra, ya era suficiente señal para alejarme de él.
Pero no, con mis 22 años, recién salida de la carrera y con toda la vida por delante, decidí irme a vivir con mi pareja de ese entonces y ser ama de casa.
Algo que no tiene nada de malo, pero no lo tiene tampoco el querer trabajar de lo tuyo.
Pasaron los años y yo me obligué a conformarme con lo que teníamos.
A los 25 me casé con él.
Y a los 31 le encontré follándose a la vecina en nuestra cama.
Fue un gran chasco.
Apenas ha pasado ocho meses de aquel momento.
Comparto piso con estudiantes en una zona humilde de la ciudad.
Y aunque me encantaría poder tomarme mi tiempo para volver a estudiar y presentarme a las oposiciones de maestra y poder ejercer mi profesión, no tengo dinero y por eso necesito trabajar.
Tuve suerte, o no.
Suplicando a mi tía, mi prima se vio obligada a ayudarme y tenerme como su ayudante en su oficio de limpiadora.
En resumidas cuentas, mi prima es igual que las hermastras de cenicienta.
Mala.
No quería ayudarme en nada a pesar de suplicárselo debido a mi situación.
Mi vida es un desastre total.
De vivir bajo un techo con una persona que creía que me quería, he pasado a ser una mujer cornuda y sin apenas dinero en la cuenta.
Estos ochos largos meses he luchado contra una larga depresión a la vez que me he tenido que salir adelante sin la ayuda de nadie.
De tenerlo todo a tener nada.
Así ha sido.
Ahora limpio en una gigantesca mansión del barrio más lujoso de Madrid.
Techos altos, paredes impecablemente blancas, inmensidad de espacios...
Muy lujoso, pero a mí me parece demasiado vacío y solitario.
Aunque agradezco la decoración minimalista para limpiar.
Mi prima es profesional en limpieza de barrios lujosos.
Suele hacerlo todo ella para ganar más y no tener que compartir.
Pero esta casa es considerablemente grande como para solo una persona, por eso accedió a que le ayudara llevándome así un 40% de las ganancias que ya son casi 1800 euros.
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Millonario se enamora de quien menos se lo esperaba
RomanceKenai, multimillonario empresario de éxito. Serio, rígido y centrado en al máximo en su carrera profesional. Caído del cielo de lo guapo que es. De un momento al otro, su ex aparece nueve meses después de cortar y le entrega un bebé. Le dice qu...