Millonario se enamora de quien menos se lo esperaba

Kenai

Miro embelesado una y otra vez los cinco videos de más de diez minutos que me ha mandado Maia por el mes aniversario de Izán. 

2 meses. 

Me cuesta creerlo. 

Hace nada apareció en mi puerta con 2 semanas y ahora tiene 2 meses. 

Han pasado muchas cosas durante este periodo de tiempo. 

Y aunque mi hijo es sin duda una de las más importantes. 

Hay otra personita de la que no soy capaz de quitarme de la jodida cabeza. 

Que se tomara la molestia de grabar todo lo que pudo para que no me perdiera nada me ha conmocionado. 

La opresión en mi pecho se acentúa con fuerza. 

Maia. 

La mujer que me está volviendo loco. 

Serena no les entregó los regalos a tiempo, lo cual me molestó un poco, pero al menos los entregó. 

Se puede decir que mi secretaria tiene tanta confianza conmigo que a veces hace lo que le da la gana. 

Sin embargo, me gustó el mensaje que me envió diciendo que Maia le ha parecido encantadora y adorable. 

No pude reprimir una sonrisa orgullosa. 

Sí que lo es. 

Termino de ver los videos por quinta vez. 

Izán parecía feliz a pesar de no enterarse de nada. 

Y amo la forma en la que Maia le abría su regalo con la mayor de las ilusiones. 

Le ha regalado unos calcetines de colores muy vistosos y una alfombra juguetes interactivos perfecto para su edad. 

No se me escaparon los momentos donde Maia miraba a la cámara algo tímida pensando que seria yo quien le vería. 

Suspiro repitiéndolos. 

Es muy guapa. 

Y dejando de lado mi razón, no puedo evitar teclear su número y llamarla. 

- ¿s-señor? 

- ¿Maia? 

...

- ¿sigues ahí? - digo. 

- ¿ha ocurrido algo? ¿por qué me llama a estas horas? 

Mierda. 

Miro al hora, en Bangkok son las tres de la mañana, en Madrid deben ser las diez. 

- ¿la he despertado?

- esto... no, no estaba dormida todavía... ¿ha ocurrido algo? 

- ¿por qué no deja de preguntarse eso? - me tumbo en la cama de mi suite y miro al techo con el móvil pegado en mi oreja. 

- pues porque me ha llamado así de repente... 

- ¿ahora no puedo llamarla si quiero?

Se hace el silencio. 

Bufo divertido, puedo imaginar sus mejillas sonrojadas. 

- quería agradecerle los vídeos... - y oír su voz. 

- oh - hace una pausa. - ¿le ha hecho ilusión? 

Debería admitirlo. 

- me agrada que haya tenido ese detalle conmigo