Tiembla cada parte de mi cuerpo.
No le miro.
No puedo.
No soy capaz de nada que no sea mirar hacia abajo intentando controlar las emociones que siento sin que me fallen las piernas y caiga al suelo.
- Maia - oigo que me llama.
Pero no reacciono.
¿Cuánto tiempo has estado deseando esto, Maia?
Una persona que te proteja.
Que sea feliz estando contigo y de que igual modo, tú lo seas con él.
Que te sientas especial cuando sus ojos te miran.
Que te haga sentir la persona más bella del mundo.
Que no dude en protegerte de nadie.
Que se preocupe por ti.
Que deje a un lado su orgullo y sea sincero contigo.
Que te dé las caricias que tú tanto ansías.
El cariño y amor que tanto deseas recibir.
...
Demasiado tiempo.
Mucho tiempo.
En mis largos nueve años de casada jamás me había sentido como me sentí en una sola noche con Kenai.
Tan solo dormimos abrazados.
Solo fue eso.
Pero es como si fuera todo lo que mi cuerpo había estado esperando mucho tiempo.
Siento lágrimas acumularse en mis ojos.
Me puede la emoción.
Respiro agitada.
- Maia, mírame por favor - me pide posando un dedo en mi mentón como ya parece acostumbrado a hacer.
Alza mi cara poco a poco hasta encontrarlo de nuevo.
Su expresión es sincera y algo frágil.
Ansiosa por lo lograr lo que quiere.
Su mano se acomoda en mi mejilla y siento que se acerca centímetro por centímetro.
Me tiembla todo.
Soy un nido de emociones que no puedo controlar.
- necesito hablar contigo de lo que pasó esta noche... - me susurra cada vez más cerca. - Maia...
Sus ojos se clavan en mis labios.
Y yo no soy capaz de hacer nada.
No puedo moverme.
No puedo hablar.
Estoy hechizada por él.
Pero entonces, justo cuando sus labios estaban a punto de tocar los míos.
Izán llora devolviéndome a la realidad.
Me aparto deprisa de Kenai y voy hasta el bebé y lo alzo en brazos.
Le abrazo mientras le balanceo suavemente dándole la espalda a su padre.
Izán lo es todo para mí.
Fue quien me devolvió a la vida estando en el peor momento de mi existencia.
Fue quien me hizo sentirme acompañada.
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Millonario se enamora de quien menos se lo esperaba
RomansaKenai, multimillonario empresario de éxito. Serio, rígido y centrado en al máximo en su carrera profesional. Caído del cielo de lo guapo que es. De un momento al otro, su ex aparece nueve meses después de cortar y le entrega un bebé. Le dice qu...