Millonario se enamora de quien menos se lo esperaba

Kenai

- me cago en todo Maia, que no 

- que sí

- he dicho que no 

- y yo que sí

- Maia... 

- y de qué otra forma iría... 

- como mi mujer 

Ella se sobresalta como siempre lo hace cuando digo algo así. 

Me gusta porque se sonroja.

- basta ya Kenai, ya lo hemos hablado 

- no permitiré que vayas a la boda como sólo una niñera 

- iré como la niñera de Izán 

Gruño frustrado y me paso una mano por el pelo. 

- por qué eres tan terca 

- porque ya te he dicho que no me siento preparada

- pues no vamos a la jodida boda 

- me has dicho que ese señor es importante en tu trabajo, no ir sería como faltar al respeto 

- no sabes cuanto me la suda 

- ¡Kenai! 

- ¡Maia! 

Nos aguantamos la mirada enfados el uno con el otro. 

No pienso ceder ante esto. 

No aceptaré que vayamos a una boda teniendo que fingir que ella es solo la niñera de mi hijo. 

Pero entonces, ella se pone de puntillas ganando altura y me besa el mentón. 

Mi...erda. 

Me derrito. 

Todo mi cuerpo reacciona y parece desplomarse ante ella. 

Por supuesto cedí. 

Suspiro derrotado. 

Ella se abraza a mí pegando su cara en mi pecho. 

- iremos a la boda, ¿vale? 

Rodeo mis brazos sobre su hermoso cuerpo. 

Estamos desayunando junto a Izán en la cocina. 

- preferiría quedarme contigo e Izán en casa... - beso su pelo.

- tienes que ir... 

Gruño algo amargado porque ella sigue dudando. 

Resoplo y la estrecho contra mí. 

Entiendo que mi mundo sea diferente a lo que está acostumbrada. 

Pero joder, si por mí fuera... 

Cuando se trata de Maia no me importa nada más. 

- Kenai

- dime... 

- ¿vendrías de compras conmigo? 

- ¿de compras? 

- necesito un vestido que ponerme para la boda 

Pienso. 

Ella está preciosa con cualquier cosa. 

Pero hacer planes juntos me gusta. 

Asiento. 

- claro que sí 

Ella sonríe. 

- entonces te recogemos hoy en el trabajo