Maia

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Después del "incidente" con la señora. 

Decidimos irnos a casa. 

El trayecto de vuelta fue silenciosa y tensa. 

Estaba de mal humor y no entendía por qué. 

La comodidad que habíamos ganado se desvaneció y no sé muy bien por qué. 



El señor Asher se fue a su zona de la casa sin decirnos nada. 

Yo fui con el bebé a su cuarto y empecé a sacar todo de las bolsas y enseñárselo a Izán que solo miraba y balbuceaba. 

Sonrío contenta porque todo lo comprado me encanta. 

Está lleno de color, dibujitos de osos... 

Ropita, calcetines, baberos, toallas... 

Hay peluches de su tamaño, juguetes para su edad... 

También compramos decoración para su cuarto. 

Pegatinas de pared, una lámpara de estrellas... 

Quiero que cada vez su habitación tenga más personalidad. 

Río feliz mientras le enseño cada cosa. 

En eso, se abre la puerta y aparece Drácula. 

Quiero decir, el señor Asher. 

Le miro cautelosa, ¿estará ahora de mejor humor?

Él nos mira con gesto serio y duro. 

Yo estoy sentada en el suelo e Izán en su soporte para bebé a mi lado mientras desempaquetamos todo.

Luego mira la habitación que está lleno de bolsas y papeles donde estaban envuelto los artículos. 

- esto está hecho un desastre 

- lo limpiaré, ahora quiero enseñarle todo... - digo un poco reacia a discutir. 

Silencio. 

Tensión. 

Suspiro un poco molesta. 

Por qué no nos puede dejar tranquilos...

Entonces, siento que se aproxima quedándose muy cerca de mí pero todavía de pie. 

Me rehuso a alzar la cabeza para mirarle. 

No sé por qué estoy enfadada. 

En realidad, creo que no lo estoy, pero... 

La mezcla de confusión en mi cabeza me frustra. 

Oigo que suspira y con un movimiento lento, se agacha y se sienta en el suelo a mi lado para tener delante al bebé. 

Eso no me lo esperaba. 

Le miro de reojo. 

- qué le pasa ahora, señorita Maia 

- a mí no me pasa nada, señor Asher 

- pareciera que no me quisiera aquí 

- será su percepción, es su casa y puede estar aquí todo lo que quiera.. 

- me alegro que lo vaya entendiendo 

Me aguanto poner los ojos en blanco. 

Él coge una bolsa y saca unos calcetines de colores que elegí yo misma.

Millonario se enamora de quien menos se lo esperabaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora