¡NO ME ALTERES! (Crossover)

5.~ ¿El fin?

ELLY

Mi vida en Alemania no era tan divertida. La escuela me estaba matando, eran demasiado exigentes. Apenas sabía decir "bier, hallo, servus y der gerstensaft" tenía que estudiar alemán e inglés todos los días mientras me enseñaban en ese idioma, mientras la única neurona de mi cerebro luchaba por no morir. Por poco reprobaba muchas de las materias y por más que estudiaba todo se me hacía demasiado difícil. Empezaba a creer que no fue tan buena idea solo haber hecho un exámen de la escuela para poder entrar a la universidad de inmediato.

Tenía que ser muy respetuosa con todos, y los domingos no se podía poner música a todo volumen porque es de mala educación. La gente no es tan amigable y con las únicas dos personas con las que conversaba eran extranjeros.

Me sentía muerta del cansancio y ni siquiera tenía tiempo de ir a fiestas y conocer a alguien para salir. Me estaba sintiendo triste, pero era más mi ocupación y cansancio que mi tristeza.

Extrañaba mi ciudad, a mis amigas. Por suerte estaba por salir de vacaciones y quería disfrutar al máximo el tiempo perdido.

La última llamada que había hecho era con Jenell, me había dicho que la chica que vivía con ellas las había amenazado. Creo que no la estaban pasando tan bien. Tenía que volver a casa y poner las cosas en órden.

Estaban por graduarse de la escuela y sabía que tenía que darles un buen regalo. Así que reservé en un hotel en una de las mejores playas del país, quería que tuvieran las mejores vacaciones, se lo merecían.

Después de eternos meses para salir, logré sobrevivir y me dispuse a tomar un vuelo para volver a casa. Seguro que me veía fatal, las ojeras se me notaban y tenía mucho sueño, no estaba en mi mejor momento física y mentalmente, pero me sentía feliz porque volvería a casa.

Luché por no dormir pero me fue imposible, caí en un profundo sueño de doce horas y aún así traté de dormir más. El asiento era muy incómodo y la señora que estaba a mi lado me miró mal al despertar.

Casi lloro cuando pisé mi ciudad y sentí el calor en el aire, a pesar de que era de noche, extrañaba el clima, extrañaba el idioma, hasta la gente amable y loca.

Quería llegar de sorpresa, por lo tanto no les avisé en nada, ni siquiera sabían que vendría.

Tomé un taxi que me llevó a la casa y en vez de timbrar, abrí sin previo aviso.

Jenell y Aleyda se encontraban en la sala y cuando me vieron se quedaron boquiabiertas.

-Hola nenas -Fue lo primero que se me ocurrió decir.

Corrieron a saludarme, me sentía tan emocionada que les di un beso de pico a ambas y las abracé.

-¡Mierda, Elly! No vuelvas a hacer eso en tu vida -dijo Jenell, y se limpió los labios.

-Lo siento, es que estoy emocionada, las extrañaba, no me era suficiente demostráselos con un abrazo -Les dije con una sonrisa en mi rostro.

-Quien sabe dónde ha estado esa boca -dijo Jenell.

-No en muchos lugares, créeme, Alemania no es tan divertido y no les entendía a las chicas -dije.

-Que bueno que volviste, Elly, también te extrañamos -dijo Aleyda sonriendo.

-Te ves horrible, seguro fue un vuelo largo, deberías de dormir -me dijo Jenell.

-Hola, buenas noches. -Salió una chica de la habitación y se dirigió a saludarme-. Tú debes de ser Elly. -Me extendió la mano-. Soy Astrid.

Mi corazón parecía que se iba a salir de mi pecho, esa chica estaba preciosa, con facilidad podía ser una modelo, ¿Pero qué hacía aquí? ¿De verdad era la prófuga de la justicia?