15.~ Alterada.

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ADELINE

Muchas cosas en mi vida habían cambiado.

Entré a la universidad después de mi ruptura con Sharon. De verdad me lastimó mucho, pero yo era un egoísta que la quería solo a mi lado y no quería que buscara su futuro lejos de mi. Fui muy inmadura e infantil, lo admitía. Con el tiempo me di cuenta de mis errores y poco a poco la fui olvidando, aunque aún seguía en una parte de mi corazón, porque de verdad me enamoré.

Seguí estudiando con el apoyo de mis padres, hasta que... El estúpido de Alain arruinó todo.

Sin darme cuenta, él empezó a descontrolarse más, salía todos los días de fiesta diciendo que se iba a trabajar. Bebía y se drogaba hasta perderse. Sus amigos lo invitaban a lugares clandestinos y conoció el mundo de los juegos de azar y las estafas. Empezó a ganar mucho dinero gracias a sus juegos, era muy bueno y tenía la suerte de su lado. Comenzó a tener más confianza en si mismo y las sumas de dinero que apostaba eran exageradas. Hasta que la suerte se le escapó de las manos y se encontró con uno de los tipos más poderosos del país. El hombre era demasiado inteligente y astuto, pero también malo. En un abrir y cerrar de ojos le ganó a mi hermano, por primera vez alguien le ganaba. Él idiota de mi hermano no tenía ni la mitad del dinero que apostó y fue un grave error porque de inmediato lo hizo pagar trabajando con él. Tuvo suerte de que no lo matara en realidad. Pero gracias a sus estupideces me involucró a mi. Y estaba pagando por algo que no era mi culpa. Estaba muy enojada con él, se había acabado el trato que alguna vez pactamos, y ahora lo veía como un completo imbecil que había arruinado mi vida.

El amor era en lo último que pensaba. Ver a Sharon de nuevo me alegró bastante pero no podía estar con ella, ya no. No podía involucrarla en este mundo, tenía que ser fría aunque de alguna manera me doliera.

Odiaba demasiado lo que hacía, pero no podía huir, ni hacer nada porque me vigilaban. Si tenía dinero pero todo era sucio y me sentía mal. Claro que mis papás no sabían nada, los engañamos y no se enteraban.

Nos obligaron a estafar a muchas personas y cada vez que lo hacía me sentía peor, yo no era así.

Nuestra siguiente víctima era Elly. Investigaron a su madre, manejaba enormes cantidades de dinero, esa mujer era millonaria. Y lo iba a pagar su hija. Me caía muy bien y no quería hacerle daño pero ya habíamos recibido órdenes.

La indicada para que nos ayudará era Astrid, la podíamos manipular con facilidad porque era prófuga, y ahora que sabía que Elly estaba enamorada de ella, todo sería más fácil.

Nos encargamos de enseñarle a Astrid todo lo que tenía que hacer y saber. Desde juegos hasta cómo estafar a la gente. No podía creer que yo le estuviera enseñando esas cosas a una persona.

—¿Por qué te es difícil hacerle daño a Elly? ¿Te gusta? —Le pregunté a Astrid. Nos encontrábamos en una habitación a solas.

—No, el sentimiento no es mutuo.

—Creí que una persona como tú no tendría corazón, después de lo que hiciste, que maldad tuya para aventar a una chica desde el último piso.

Con Astrid no sentía empatía, era una asesina y yo odiaba a los asesinos, debía de pagar por lo que hizo.

Ella tomó mi blusa con fuerza y me empujó hacia la pared.

—No vuelvas a mencionarlo, yo nunca he matado a alguien, nadie sabe la verdad más que yo. Así que más vale que mantengas tu maldita boca cerrada, si no quieres que por primera vez en mi maldita vida asesine a una persona de verdad.

—Hazlo, no creo que te atrevas.

Ella me dio un fuerte golpe en la cara y de inmediato la dejé en el piso.

¡NO ME ALTERES!  (Crossover)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora