SHARONEstaba pasando mucho tiempo con Jenell, y no me molestaba. Tenía a alguien con quién salir y hablar, algo que no pasaba desde la universidad.
Me caía muy bien y su simple presencia me alegraba el día.-¿Así que jugabas básquetbol? -dijo Jenell mientras estabamos comiendo en un restaurante.
-Si, me gustaba mucho, pero hace tiempo que no juego -dije con tristeza.
-Podemos hacerlo hoy, compraré un balón e iremos a jugar ¿Te parece? -se limpió la boca con su servilleta y le pidió la cuenta al mesero.
-No es necesario -dije con cierta alegría en mi tono de voz. Me alegraba escuchar que estaría dispuesta a jugar conmigo.
-Claro que si, era algo que te gustaba, y no es malo hacer deporte eeh.
Dejé de insistir y acepté su propuesta. Después de ahí nos dirigimos a comprar el balón y al parque.
-Es muy incómodo jugar con zapatos, pero da igual -botaba el balón en la cancha y lo lanzó al aro-. Soy inútil en esto -dijo cuando vió que no encestó.
-Yo perdí la práctica. -tomé el balón y lo giré en mi dedo. Por lo menos todavía podía hacerlo.
Jenell me miró sorprendida.
-¿Cómo haces eso? Quiero intentarlo.
Le di el balón e intentó girarlo con sus dedos pero no pudo, siempre se le caía. Ni dándole instrucciones lo logró, era obvio, todo es cuestión de práctica.
Me sentía tan torpe jugando después de años, me dió nostalgia recordar cuando jugaba en la escuela, era muy divertido.
-Me cansé -estaba agitada después de estar jugando por un rato.
-No juegas tan mal -reí.
-Tú tampoco. -sonrió y se quitó la chaqueta formal-. Me dió calor.
También me quité la mía. Si estaba haciendo calor a pesar de que estaba nublado.
Seguimos jugando hasta que poco después el clima nos interrumpió.
-¡Al fin comenzó a llover! - Jenell se alegró.
Parecía que se avecinaba un diluvio y ella estaba feliz bajo la lluvia.
-Entiendo tu emoción después de semanas muriendo de calor, pero nos vamos a mojar -dije preocupada-. Vámonos.
-La gente siempre quiere que llueva, pero cuando llueve se refugian o salen corriendo. El chiste es disfrutar, sentir las gotas en tu cuerpo. -apuntó al cielo.
-Tal vez la mayoría de las personas no lo hacen porque saben que se pueden enfermar. Además ¿Sabes que la lluvia tiene sustancias químicas tóxicas? -le dije siendo obvia.
-Puede que sea verdad, pero tengo ganas de caminar bajo esta tormenta. Tú vete, yo me iré hasta el estacionamiento a pie. -sonrió y se quedó en la cancha mientras se mojaba.
Yo la miré sorprendida, en realidad si se quería mojar. Le había pegado la loquera.
Me dirigí a mi carro con el balón en mis manos y Jenell se fue caminando. Después conduje hasta llegar a lado de ella.
Bajé el vidrio del carro y le pedí que subiera.
-No, anda, sube el vidrio que te mojaras -dijo mientras le daba pequeños golpecitos a mi carro para que subiera la ventana.
Jenell estaba toda empapada, pero no parecía molestarle.
Estacioné mi auto cerca de ella y me bajé para obligarla a entrar, pero ella se resistió y cuando intenté abrazarla por detrás para llevarla al carro, nos caímos en un charco.
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¡NO ME ALTERES! (Crossover)
Novela JuvenilALTERAR: Perturbar o trastornar el estado normal de algo. Segunda parte de... "Ella me arruinó la vida" "La odio" "Experta en ilusionar" Segunda parte de cada historia en un crossover. No es necesario leer "experta en ilusionar" para que puedas lee...