Cuando la ansiedad desapareció de mi pecho
Y me desperté sin dolor de estómago,
Con la cabeza clara, los pensamientos ordenados,
Entendí que la tormenta había pasado.
Aún había nubes en el horizonte,
Aviso de que la lluvia no iba a parar
Me llevé el paraguas
Sabiendo que no lo iba a usar.
Porque el corazón seguía dándome saltos al verla
No podía dejarla atrás,
Queriendo estar en su área
Siendo nada a su lado, dejándome mojar.
El viento había amainado
Los pájaros volvían a cantar,
Entonces ¿por qué el amor que sigo sintiendo?
¿Por qué no se va?