Quiero hacerlo otra vez, destruir, olvidarme de todo lo que mi alma creó antes de ti, acercarme hasta que la fricción de las emociones nos forje bajo la presión de nuestros corazones.
Pues esta vida es mi yunque y tus ojos mi martillo.
Dame forma, cámbiame, deja que me oxide y vuelve a empezar,
No me importa renacer mil veces bajo tu mano, porque mil veces te elegiría de nuevo.
Déjame olvidar que mi alma estuvo una vida esperándote, atrapada entre lo mundano.