Corazones de piedra que siguen la promesa de los volcanes
Su palpitar dio lugar a vapor, humo y ruidos siseantes
La tranquilidad del mañana en la tormenta del ayer
El presente hervido a punto de desaparecer para crear algo nuevo y marchito a su vez
Algo que absorbe vientos helados y ondas de sol
Para yacer en cavidades hundidas a golpes de tambor
Se deslizan por el suelo camino hacia el mar
Para cuando lleguen nuevos vientos y ritmos de otros instrumentos
Vuelvan a escupir magma para arder juntos bajo nuevo cielo.
Cada corazón se hizo isla
Y cada isla tiene un nombre
L. A. S.