Los días transcurrieron con normalidad, por lo que las clases continuaron con un rumbo predeterminado después de que la temporada de exámenes acabara. Este hecho tranquilizó a todos los estudiantes de informática, porque como ya era costumbre, más de uno vivió un verdadero sufrimiento gracias a estos.
Taehyung se sentía muy feliz al revisar sus calificaciones en la plataforma virtual de su universidad. Eran decentes, dignas de su fama de estudiante modelo. No cabía duda de que Jeon lo salvó para que siguiera conservando ese excelente promedio.
El agradecimiento eterno que el estudiante tenía con el mayor parecía no tener fin, al igual que ese juego lleno de complicidad entre los dos que no quería dar tregua desde su primer beso en el parque. Los compañeros del joven de sonrisa cuadrada celebraban cada uno de sus momentos juntos porque no temían confesar que les encantaba verlos coquetear, tanto así que no comprendían la razón por la que no se animaban a ser algo más.
Ya que según ellos serían capaces de guardarles el secreto. Sin embargo, las cosas eran más complicadas de lo que parecían y eso les imposibilitaba seguir sus verdaderos deseos.
Sin pretenderlo, un vívido recuerdo cruzó por la mente del estudiante mientras apagaba su computadora de escritorio.
—Hey, profe Kookie.
El chico saludó al castaño que se encontraba en su escritorio, poco a poco fue acercándose al susodicho sin dejar de mirarle con una expresión pícara en su precioso rostro. Luciendo tan peligroso y seductor. Cuando se ubicó detrás del docente, Kim posó sus manos sobre el respaldar de la silla, rozando de manera leve los hombros ajenos.
—Buenos días, Taehyung.
Jungkook con toda su fuerza de voluntad trató de mantener un porte serio para que la situación no se saliera de sus manos, porque algunas miradas ya se encontraban sobre ellos. Y aunque sabía a la perfección que no debía temer, le era imposible no cohibirse por la atrevida actitud del menor.
Era mejor prevenir que lamentar, pero el profesor sabía que al pelinegro le encantaba ponerle las cosas difíciles.
—¿Nuevo perfume? —susurró cerca de su oído, tras olfatear un poco del encantador aroma que desprendía el castaño—. Es que hueles delicioso.
—Gracias, Tae...
El docente le regaló una tímida sonrisa que combinaba tan bien con sus lindas mejillas sonrojadas. Soltó un suspiro y habló en voz bajita—Tal vez puedas descubrirlo más a fondo en algún momento.
El universitario también le devolvió la sonrisa, conteniendo las ganas de tomarlo por el rostro y plantarle unos cuantos besos. No obstante, no quería que hubiera testigos de una imagen tan bella como la de un Jungkook, quien se derretiría cuando lo dominara con sus hábiles belfos.
La sensación del primer contacto con sus labios seguía muy presente en su alma y en su corazón.
Ah, ¿Cómo debería de responder ante esas coquetas palabras? Lo único que Taehyung sabía era que estaría gustoso de hundirse en el bonito cuello de su maestro, y no necesariamente con la única intención de deleitarse con ese exquisito perfume, porque repartir mordidas en esa zona no le parecía mala idea.
—Sería un gusto, bonito.
Finalmente, se separó del mayor, escuchando las risas de sus compañeros, algunos silbidos y unas cuantas ovaciones ruidosas por lo que habían visto con sus propios ojos. Porque no importaba que no hubieran escuchado las palabras que se decían, pues solo con las expresiones de los involucrados, ya podían crearse varias historias en sus cabezas.
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Profesor de Amor; TKV
De Todo*+:。.Donde hubo fuego, cenizas quedan. Más si se trata de un amor que lo tenía todo, pero nunca pudo ser。.。:+* Esta historia inicia con una anécdota a su querido sobrino Yeonjun, quien estaba muy interesado en saber más acerca del romance que marcó...