Taehyung se contenía por no colapsar como un chiquillo al que le dan el mejor regalo del mundo desde que puso un pie en el transporte. Si existiera la posibilidad de demandar a Jungkook por enamorarlo, lo haría sin pensárselo dos veces.
Pero se obligaría a calmarse para no levantar sospechas frente a sus compañeros, quienes podían ser demasiado chismosos cuando se lo proponían. Porque la que tendría la exclusiva de la buena noticia sería su querida amiga Wheein, quien fue la única que apostó por ese romance prohibido desde el principio.
Uno de sus amigos le preguntó acerca de las flores que cargaba con tanto cariño entre sus manos, el pelinegro le explicó que le parecieron tan lindas que no pudo evitar comprarlas cuando estuvo de regreso al hostal. El resto de chicos a su alrededor creyeron su excusa sin la mínima intención de debatirle más al respecto, pues su respuesta les pareció muy conveniente al saber que Kim adorada todo tipo de flores.
A estas instancias creía que era lo suficientemente bueno como para dedicarse a la actuación gracias a sus fantásticas técnicas de improvisación.
Mientras tanto, Jungkook quien veía de reojo cada tanto a Taehyung, que se encontraba en la parte trasera del autobús con la gente a la que consideraba más cercana, se puso a divagar acerca de la manera tan perfecta en la que las cosas se dieron en dicha tarde.
No superaba la sensación tan cálida que se apoderó de su pecho desde que el chico correspondió a sus sentimientos sin vacilar.
Por un instante creyó que acabaría con el corazón roto, sufriendo con intensidad, mientras se culpaba frente a Seojoon y Byulyi. Pero ahora estaba con una sonrisa de oreja a oreja, tanto así que sus mayores no imaginaron ser capaces de verlo tan feliz como nunca antes.
Estaba enamorado, tampoco podían culparlo o juzgarlo.
Porque de solo imaginar las vivencias que tenían por delante, los recuerdos preciosos y anécdotas inolvidables que escribirían día con día, el castaño sabía que sería más que asombroso.
Sin embargo, existía una duda que se encargaría de resolver en ese preciso instante, mientras iniciaba su viaje de Daegu a Seúl.
Jungkook tomó su móvil que yacía guardado en el bolsillo de su pantalón, dispuesto a buscar el significado de los lirios morados que le regaló a Taehyung. El profesor estuvo a nada de quedar como la burla frente a su estudiante solo por confiar en las palabras de la florista que se los vendió.
Por eso, cuando comprobó que las flores poseían un mensaje implícito tan bonito, Jeon se sintió muy conmovido. Con razón al universitario le encantó tanto, permitiéndole ser testigo de su sonrisa cuadrada que era dedicada a él y a nadie más.
Aunque lo que enterneció en mayor medida a Jungkook fue descubrir que Taehyung parecía conocer a la perfección el lenguaje de las flores, caracterizado por darle maravillosos significados a los mismas para transmitir mensajes de una forma única y especial.
Se venían momentos muy especiales entre los dos, teniendo en cuenta que contarían con la suerte de compartirlos juntos. Por lo que el docente confiaba en que la opinión de su hyung acerca de su alumno era equivocada.
Horas más tarde, Taehyung llegó a su casa y lo primero que hizo fue saludar a sus padres con auténtica emoción. Los susodichos lo recibieron con su comida favorita para la cena, la cual gozó a más no poder, mientras la pequeña familia se sumía en una charla muy animada.
Eventualmente, los señores Kim dejaron ir a su hijo a su habitación para que descansara del cansado viaje. El pelinegro tomó una ducha rápida, salió del baño después de ponerse su cómoda pijama y acostarse en su cama para soñar con el joven de anteojos y sonrisa de conejito al que ya extrañaba desde ese preciso instante.
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Profesor de Amor; TKV
عشوائي*+:。.Donde hubo fuego, cenizas quedan. Más si se trata de un amor que lo tenía todo, pero nunca pudo ser。.。:+* Esta historia inicia con una anécdota a su querido sobrino Yeonjun, quien estaba muy interesado en saber más acerca del romance que marcó...