Los próximos días transcurrieron con rapidez para suerte de los alumnos que consiguieron superar lo peor, es decir, exámenes finales, proyectos, presentaciones y diversas tareas. Algunos estudiantes gozaban de la dicha de pasar sin problema por dichas circunstancias gracias a la dedicación impuesta en sus estudios.
Mientras que, el resto del grupo sufría la desgracia de quedarse en supletorios. Alargando la agonía de no gozar de las vacaciones que se encontraban a la vuelta de la esquina, incluida la fiesta que se realizaba al final del semestre.
Sí, aquel evento era la mejor recompensa para todos los universitarios.
Por ese motivo, Taehyung y Jungkook se propondrían disfrutarlo con todas sus ganas.
—¡Tae, cariño! —su madre lo llamó desde el piso de abajo—. Jiminnie ya está aquí, apresúrate.
—Ya voy, mamá— Taehyung alzó la voz para contestarle, mientras terminaba de arreglarse.
El chico no paraba de observarse de pies a cabeza en el espejo de su habitación para comprobar cada detalle de su aspecto.
Quería dar una buena impresión a cierto joven con sonrisa de conejito y ojos de ciervo.
El pelinegro escogió un conjunto semiformal y cómodo. Sin embargo, lo que más amaba de su outfit era la nueva chaqueta de color negro con un estampado de flores que hacía un bonito contraste en esta.
Taehyung era un amante de la moda. Le gustaba imponer su estilo por el cual siempre fue halagado y se sentía muy orgulloso al respecto.
Kim bajó a la sala de su casa, encontrándose a su madre conversando con su mejor amigo muy animadamente. Sonrió ante la escena, pues su progenitora disfrutaba cada vez que veía a Jimin y no perdía oportunidad de hablar con él cuando lo visitaba.
—Mamá, si me permites necesito que me devuelvas a mi amigo para ya irnos.
La mujer escuchó la voz de su hijo, girando su cabeza hacia él para darle la razón.
—Perdóname, querido. Ya sabes que me encanta hablar con Jiminnie.
El susodicho sonrió en grande por la ternura que le daba la declaración de la señora Kim.
—No la molestes, Tae—lo regañó y acto seguido, le dedicó unas palabras a la mayor—. Usted sabe que el sentimiento es mutuo, señora Kim. Ojalá poder quedarme un poco más, pero ya se nos hace tarde y luego nuestros compañeros nos llaman la atención.
—Sí, hace tiempo que no nos visitas tan seguido, Jiminnie. Pero bueno, no les robo más su tiempo. Ya pueden irse, cuídense mucho, mis chicos.
—Claro que sí, mamá—se acercó a su madre para plantarle un beso en la frente—. Cualquier cosa yo te aviso, espero no llegar muy tarde.
—No te preocupes por eso, mi niño, te mereces ir a divertirte por todo tu esfuerzo. Cuentas con mi permiso y el de tu padre, quien, a pesar de estar de viaje, se emocionó cuando le conté que tu promedio era muy alto. Nos llenas de orgullo.
—Gracias, mamá, entonces te tomaré la palabra.
Jimin se sintió conmovido ante la bonita escena familiar, por lo que su sonrisa no pretendía borrarse por nada del mundo.
—Puede estar tranquila, señora Kim. Volveremos sanos y salvos.
—Muy bien, vayan a celebrar, chicos.
Los universitarios se despidieron con la mano. La mujer por fin cerró la puerta, cuando el par de amigos ya se encontraban en el exterior, esperando por el taxi que los llevaría al lugar en el que se daría la fiesta.
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Profesor de Amor; TKV
Diversos*+:。.Donde hubo fuego, cenizas quedan. Más si se trata de un amor que lo tenía todo, pero nunca pudo ser。.。:+* Esta historia inicia con una anécdota a su querido sobrino Yeonjun, quien estaba muy interesado en saber más acerca del romance que marcó...