Profesor de Amor; TKV

*+:｡.｡Capítulo 7｡.｡:+*

Taehyung iba con dirección a la sala de maestros con el objetivo fijo de entregarle a Byulyi y a Jungkook el documento que elaboró para el evento que se llevaría a cabo en días próximos.

No tenía segundas intenciones con su profesor, pero tampoco negaría que quería verlo. Moría por hacerlo a solas. Por esa razón no le quedó de otra que decirle a Jimin que se adelantara, pues no estaba en sus planes demorar tanto.

Quería verlo por unos minutos.

Necesitaba más de esa electricidad que sentía con solo conectar miradas con el mayor.

Ansiaba la adrenalina que los recorría gracias al juego que compartían.

Y como si alguna divinidad hubiera escuchado sus plegarias, Taehyung encontró a Jungkook, quien yacía muy concentrado en su laptop y sin nadie a su alrededor.

Se acercó con lentitud, anhelando que notará su presencia. Estaba a escasos centímetros detrás de él cuando le susurró unas palabras en su oreja.

—Profe Kookie, espero no interrumpirlo en nada importante.

Jungkook experimentó un escalofrío recorrer su columna vertebral. Esa voz profunda le ponía mal. Pero dentro suyo se felicitaba por su maravilloso autocontrol.

—Tae... No interrumpes nada, ¿qué se te ofrece?

—La verdad es que vengo a dejarte este documento.

El universitario ya había cambiado su posición cuando el profesor giró su rostro para verlo, por lo que sacó el papel de una carpeta que estuvo bien guardada en su mochila.

Se lo acercó poco a poco, pero de forma inevitable sus manos sufrieron de un tierno roce.

Un contacto que les erizó la piel tan satisfactoriamente a pesar que duró unos cuantos segundos que no pudieron alargar.

—Perdón por quitarle su tiempo, pero ya que usted va a ser nuestro tutor en el proyecto, al igual que la maestra Byulyi que es la encargada del evento, debía entregarles esto lo más pronto posible.

—No te preocupes, no es molestia—Jeon guardó el papel en una de sus carpetas, la cual sería resguardada por el cajón de su escritorio personal en aquel salón—. Estoy para ayudar en lo que necesiten.

—Eso se valora mucho, profe.

Taehyung quería acortar la poca distancia que lo separaba, aprovechando que se encontraba peligrosamente cerca de su profesor. No bromeaba cuando decía que lo necesitaba, tampoco entendía cómo podía aguantarse tanto a esas instancias.

Quería estampar sus labios con los ajenos.

Un recuerdo fugaz vino a su mente.

"Yo me hago respetar".

Sí, eso fue lo que le dijo a su amiga Wheein, sin embargo, en estos momentos su parte racional no existía. Ni siquiera consideraba que el castaño pudiera rechazar su beso porque lo sintiera una ofensa. Solo quería dejarse llevar hasta probar esos belfos rojizos que lo tentaban de sobremanera.

Jungkook también estaba embelesado con la situación. No veía como una falta de respeto que Taehyung parecía desesperarse por iniciar un beso con su persona. Al contrario, si dependiera de él hace rato lo hubiera besado con ganas. Lamentablemente, su consciencia no se lo permitía, pues le recordaba que no era un adolescente hormonal como para tomar ese comportamiento. Sin contar el hecho de que era el profesor de ese chico de piel canela y cabellos oscuros como el carbón.

—T-Taehyung... ¿Qué haces?

El mayor inquirió en un hilo de voz al notar como el pelinegro seguía acercándosele con una mirada digna de un depredador. Sus alientos chocando entre sí, tan cerca y a la vez tan lejos. Las manos del menor picaban por tomar la cara de su maestro y obligarle a que abriera la boca para devorarlo en un beso fogoso.