Omega Para Omegas Conquista A Alfa || JongMin

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Jongho le había terminado por decir la ubicación, puesto que no podía ir a buscar personalmente al omega. Así que se encontraba esperando dentro del lugar, en la mesa reservada, hace unos 25 minutos.

Sentía calar las miradas curiosas de los empleados, puesto que le había dicho a los meseros un "estoy esperando a alguien", empezaban a cotillear cosas como "ya lo dejaron plantado, ¿por qué no se va ya?" O un "luce tierno, es una lástima, no querrá esperar mi descanso" reían y hablaban sobre él, mientras le dirigían miradas poco disimuladas.

Ho miraba su celular esperando una respuesta o una llamada, pero nada. Tampoco quería atosigar con mensajes y verse desesperado, pero ya había pasado media hora y el chico no parecía aparecer.

Suspiró y se levantó del asiento, justo cuando un agitado Song entraba al lugar. Eso calmó por completo al alfa quien mentiría si dijiese que no llegaría a casa a llorar.

Una vez que le fue indicada la mesa a Song, este vio a su alfa y fue corriendo directo a los brazos de su mayor, tomando por sorpresa al alfa, quien no dudó en corresponder e incluso, olisquear un poco.

Sintieron paz.

Gi se separó un poco sin soltar el abrazo y encaró al alfa.

—Perdón. Mi manager se enteró de mi salida contigo y se molestó. Él no ve bien que salga con un alfa por mi imagen. Tuve que escaparme. Perdón por no avisar, en serio.

Ho analizó su rostro y sonrió al no encontrar rastro de mentira alguna. He hizo lo que tanto ansió.

Besó los labios ajenos con fuerza y mucha dulzura, como un primer beso. El Omega no tardó en reaccionar para corresponder.

Cuando se separaron se sonrieron mutuamente.

—También quería verte. —Dijo risueño Mingi, sacándole una risilla a Ho.

—En serio pensé que me dejaste plantado.

Mingi se apartó por completo de manera indignada.

—Alfa, yo jamás te haría algo así. Te avisaría si no puedo ir desde el día que me invites y si tú ocupas un lugar en mi agenda, ni Dior me hará quitarte. Lo juro.

—Woah… ¿Un alfa como yo vale más que Dior? No me lo creo.

Mingi volvió a reír, acercándose a envolverse con los brazos del alfa.

—Mi alfa vale más que cualquier cosa.

Se sonrieron y se dieron un casto beso.

A lo lejos, la pareja acaramelada estaba siendo observada… Claramente los empleados que estaban pendientes del alfa no se perdieron nada.