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Jaxon...
Escucharla decir que le gustaba mi voz y mis canciones me había puesto mas avergonzado de lo que pensaba. En todos mis años de cantante, los halagos eran parte de mi vida cotidiana por lo que no entendía por que su simple "me gusta su voz" tuvo tanta influencia en mi.
Nuestro regreso a casa se dio cerca de las 9 p.m. por lo que el turno de Isa ya había acabado. Iba a bajar del coche pero no pude evitar preguntarle -¿vienen por ti?-
Negó tomando su bolso del asiento del medio -el metro esta por pasar, creo que voy a llegar.-
-No- me apresure a responder -deja que te lleve el chofer, es tarde y peligroso-
-¿Puede hacerlo?-
-Claro- asentí hablándole esta vez al hombre sentado en el asiento de conductor -llévala a su casa y mañana ve a recogerla temprano-
-Señor Meyer- me detuvo antes de que pudiera cerrar la puerta.
-¿Si?-
-Mañana- hizo una pausa -mañana es fin de semana, no trabajo. Pero si usted desea puedo...-
Me quise golpear a mi mismo por no haberme dado cuenta de lo desesperado que estaba por verla de nuevo, tanto que había olvidado que al otro día no trabajaba. -No hay problema, quise decir que desde ahora irán por ti y te llevaran a casa-
-Si señor- asintió y por fin pude salir del auto.
Me detuve en las escalinatas de la entrada, viendo como el coche se alejaba por la carretera y desaparecía de mi vista. Al entrar a la casa, sentí como si me faltara algo, como si estuviera Vacía.
Me acerque a la cocina desde donde se oían las risas de mis amigos -Hey- Paula quien tenia un trozo de pizza en la boca me sonrió -¿Cómo te fue?-
Me encogí de hombros en respuesta, mientras caminaba hacia donde estaban ellos.
-¿Eso es un si o un no?- Ethan enarco una ceja -te recuerdo que aun voy por el nivel básico en el curso de vidente-
-Ja ja- dije sarcásticamente mientras me sentaba en uno de los banquillos.
-¿Isa?- Dan me preguntó.
Comí una porción antes de contestarle -la llevo el chofer, era un poco tarde cuando salimos.-
-Genial- asintió.
Pasamos el rato entre risas y anécdotas que compartimos desde que nos conocimos hasta el momento. Habíamos cambiado de lugar a la sala de estar donde estuvimos mas cómodos hasta que uno a uno se fueron yendo a dormir. Cerca de las 2 p.m., Daniel quien era el ultimo que quedaba conmigo se levanto del sofá -Bueno amigo- toco mi hombro -me gusta que estés mejor pero tengo demasiado sueño-
-Ve- asentí.
-No duermas tarde-
-Okay- nos despedimos y lo vi subir las escaleras mientras bostezaba.
