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Jaxon...
Mi comportamiento al ver como Abigail había tratado a Isa no fue el mejor por lo que el día miércoles decidí ir a su hotel para poder terminar todo de manera correcta y que ella buscara alguien mas mientras yo intentaba hacer lo que fuera para que Isa me aceptara.
Si contaba los años hacia atrás, los tres que pasamos juntos fueron bastante buenos y si podía, quería dejar aunque fuera una amistad entre nosotros.
En el lobby, me dejaron pasar porque ya me conocían y sabían que yo era su novio. Subí al ascensor y apreté el piso numero 14 donde ella solía quedarse. Las puertas del elevador se abrieron y salí al pasillo, caminando hasta su apartamento.
Golpee y la primera vez nadie respondió, pero lo tome con naturalidad ya que ella solía dormir hasta tarde.
Volví a insistir y pude oír pasos acercándose a la puerta, puse mi mejor sonrisa y espere encontrar a la pelirroja en la puerta. En su lugar, Jacob la abrió sonriendo.
-Gracias por traernos el desa...-se quedo mudo al verme.
-AMOOR, YA TRAJERON LA COMIDA- la voz de Abigail salió al exterior del cuarto.
-Puedo.. puedo explicarlo- él me sostuvo de ambos hombros -vete a tu casa y hablaremos mas tranquilos, si ¿Jax?-
Me zafe del agarre y lo empuje, entrando a esa habitación. La ropa tirada en el suelo, las pastillas en la mesa, las botellas regadas por todas partes. Era como vivir la misma escena que yo tenia con ella cada vez que nos veíamos.
La pelirroja salió del cuarto con camisón, su sonrisa parecía resplandeciente pero al verme la borro inmediatamente. -Jaxon, amor-colocó su rostro de victima.
-¿Amor?- enarque una ceja -habría jurado que hace cinco minutos dijiste lo mismo, solo que con otro nombre. Mire hacia arriba como si pensara -como era...ya recuerdo. Jacob- el susodicho estaba detrás de mi.
Bufo rodando los ojos -esto ya no es gracioso.
-Lo mismo digo- le sonreí -ustedes dos y yo, vamos a tener una linda y corta conversación, porque el olor a basura es muy poco soportable.-
Nos sentamos en el pequeño juego de sillones que había en la habitación. -Hablen-
Los dos se miraron, sin decir nada.
-Jaxon vamos a tu casa, hablemos- el pelinegro volvió a hablar, en un tono bajo.
Negue -respuesta incorrecta-
-¿HACE CUANTO?- golpee la mesa, cansado.
Ambos se sobresaltaron.
-Pregunte, ¿hace cuanto te follas a mi novia?-
El pelinegro agacho la cabeza.
En su lugar, ella me mantenía la mirada -Desde hace un año y medio-
