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Isa...
Las tres ultimas semanas habían sido las mas ajetreadas, Jaxon y los chicos tuvieron muchas reuniones con productores y con su manager porque al parecer iban a volver a tocar después de su repentino retiro de la industria musical.
Aparte de las reuniones, las citas con médicos, psicólogos y extracciones de sangre no fueron menos. Todos trabajaron incansablemente para poder demostrar que él estaba limpio y podia volver al escenario. Se hizo eso debido a que la disquera lo pidió como clausula del nuevo contrato.
Ese jueves, cuando por fin todo estuvo listo, se realizaría el primer recital por lo que tenía que despertarlo temprano para que llegara a tomar un vuelo en el que debía viajar yo.
Entre con cuidado a su cuarto y fui directo a donde se encontraba dormido, le di un leve toque en su hombro llamándolo -Jaxon, es hora de levantarte-
No recibí respuesta, estaba medio muerto; volví a realizar la misma acción esta vez un poco más fuerte -Jaxon, el avión-
Él gruñó y me tomó de la muñeca haciendo que cayera sobre su pecho -No quiero ir-
-Pero..- sus brazos me rodearon, apretándome a él
-Quiero dormir un rato más, contigo- su colonia inundo mis fosas nasales haciendo que mi rostro se calentara casi al instante.
Mi garganta se secó -Creo que me confundes con tu novia- era obvio, seguro estaba dormido aun.
Negó-hueles a Isa -
-¿Huelo a Isa?-
-Si, como algodón de azúcar. Isa huele a eso- su mentón se apoyo en mi cabello -es lindo el algodón de azúcar-
-Jaxon- segui insistiendo
Bufo y abrió sus ojos viéndome -¿Isa?-
-¿Me sueltas?- enarque una ceja
-No.- hablo muy seguro y con una sonrisa.
-Ay ya, suéltala- Ethan prendió la luz de la habitación, interrumpiendo ese incomodo momento, lo cual le agradecí internamente- suelta a la pobre chica-
-Vete tú-
-Vamos a perder el vuelo caprichoso, suelta a Isa y vístete, tenemos que irnos-
-Es mi niñera, hago con ella lo que quiera-
La manera en que lo dijo, me hizo sentir como si fuera un objeto o un juguete con el que podía hacer lo que se diera la gana. Mi corazón se estrujó -Suéltame por favor-
-Isa-
-Por favor suélteme señor Meyer- él me liberó y me levanté limpiando mis lagrimas -tiene la ropa lista, al igual que su maleta. Lo espero abajo-
-¿Hice algo malo?- sostuvo mi mano.
Negué evadiendo su mirada -no hizo nada malo señor Meyer, tiene un vuelo que tomar-
