Se cumplió una raíz de mi plan, volví al colegio, y Matteo se había ido. No había sabido de él durante algunos días, tampoco había escuchado más esa voz que me llamaba mi nombre.
¿Era extraño? Quizás, pero en este pueblo no.
-¡Muset! -la voz de Dyan, más los golpes a la puerta me irritaron.
-¿Qué? -abrí la puerta y observé a Dyan con un cuaderno en sus manos.
-¿Tú sabes hacer ecuaciones? -me preguntó, se notaba algo desesperado.
-Digamos que sí -asentí, varas veces.
-Ayúdame -¿Era yo o se escuchó como un ruego?
Lo miré de pies a cabeza, ese no parecía quién se crió conmigo diciendo que era mi hermano, y su rostro no tenía una expresión satírica, sino desesperada.
Le quité el cuaderno y miré las ecuaciones, eran super fáciles. Las resolví, dándole todo el tiempo que quise y se las entregué.
-Listo, la próxima algo menos sencillo o simplemente, aprende a hacerlas tú -cerré la puerta en su rostro.
Volví a mi escritorio, siguiendo con mis tareas, la profesora me había dado cuatro días para ponerme al tanto con las tareas de la semana y prácticar para los exámenes que debo de presentar para antes de las vacaciones de Navidad.
Lo más fácil era el examen sobre los ejercicios de matrices.
Kendall
Mira por tu ventana, Donita.Miré por el ventanal y ahí estaba Kendall, sonriendo. Caminé hacia allí y abrí la ventana.
-¿Qué pasó? -quise saber.
-Nada, solo quería ver cómo estabas -se acercó a la ventana.
-Estoy bien, ¿feliz? -me encogí de brazos.
-Lo estoy -se quedó en silencio unos segundos-. Pero se que tú no lo estás...
-Eso no importa... -traté de cerrar la ventana, pero él impidió que la cerrara.
-Si importa, Muset -abrió la ventana por completo y yo bajé mis manos antes que tocaran las suyas.
Al principio pensaba que su tacto era lo mejor del mundo, pero con el tiempo descarté ese pensamiento.
-¿Por qué te importa? -me eché un poco hacia atrás.
-Soy tu amigo...
-No lo eres.
-Entonces lo hago porque es mi deber como buen ciudadano, Muset -él se encogio de brazos, riendo por lo bajo.
Asentí lentamente. Kendall siguió ahí, mirándome, yo no hacia contacto visual con él, no tenía por qué.
Yo estaba bien, muy bien, cumplía con todo lo que me había planeado, solo que no me sentía como planeaba hacerlo.
¿Quería llorar? Sí, pero eso no estaba en mi plan, menos que Kendall me viera. Reinó el silencio, donde lo ignoré hasta que se fuera, pero no sé fue.
-También venía de parte de Karen para invitarte a una fiesta que organizará para la despedida del otoño y la bienvenida del invierno -arrastró sus palabras como si tuviera miedo de mi reacción.
Y aunque mi reacción fue levantar una ceja e insultarla internamente, lo miré.
-Lo pensaré, gracias -cerré la ventana antes de que pudiera hacer algo más.
-¿Pero irás? -tocó el vidrio con su dedo.
-Lo pensaré, Kendall -le aseguré.
Volví a mi escritorio para terminar mi investigación para Historia, pero Kendall volvió a tocar el vidrio de la ventana.
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Muset ©
Teen FictionMuset Donut, una chica insegura y débil emocional y psicológicamente. Es traicionada por sus mejores amigos, y empieza a tener ataques de psicopatía donde buscará vengarse de todo aquel que la ha hecho sentirse mal. NO se aceptan copias, plagios o a...