10| Incidente

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Hola, soy Zeth, hago este paréntesis, sin signos, para aclarar algo, en este capítulo se tocara en una parte el tema de las aut0lesiones, si este tema te incomoda o algo parecido te recomiendo comenzar a leer desde lo que esta remarcado, chao.




|LIZETH L.




Nada bueno sale de una llamada en medio de un juicio, lo vuelvo a confirmar.

Mi madre me había dicho que si las cosas seguían como iban, mi padre obtendría mi custodia completa, cosa que no me agradaba en nada. Los maltratos de su parte y todo lo que pase y genero en mi, no me dejaban verlo cerca de mi siquiera.

-Si, claro. Mantenme al tanto mamá-dije como pude y colgué

Había comenzado a hiperventilar, el comienzo de mis ataques de ansiedad, no dude ni un segundo en correr a mi habitación. Apenas logre entrar a esta me deje caer recargada en la puerta, las lagrimas en algún momento comenzaron a salir y mi visión estaba borrosa por completo.

Era una gelatina, no había parte de mi que no temblará por el miedo de estar con ese hombre cerca.

-¡Eres una maldita zorra!-exclamo mi padre golpeando mi abdomen-¡Tal como tu madre!

Era su saco de boxeo, con quien se desquitaba cuando estaba molesto y gracias a eso todos los horribles recuerdos volvieron a mi.

-Tienes un buen cuerpo, mocosa-menciono borracho tocando mi muslo

-¡Aléjate de mi!-exclame golpeando su entrepierna

Como pude, con piernas temblorosas, camine encerrándome en el baño, «No lo hagas. No lo necesitas», como pude con la vista nublada tome una cuchilla, una hoja y me deje caer al lado de el lavabo.

«No lo necesitas, no otra vez», era en lo único que pensaba pero por más que lo intentaba la idea no salía de mi cabeza, «Prefiero eso, al dolor de los recuerdos», sin pensarlo mucho extendí mi brazo y lo hice, una y otra vez, pase esa cuchilla como si de eso dependiera mi vida y lo único que podía distinguir entre mis lagrimas, era el color carmesí de la sangre extendida en mi brazo y el suelo blanco.

Escuche la puerta ser tocada y lo ignore para hacer otro corte, poco a poco el dolor de mi brazo me sacaba de esos recuerdos, hasta que la puerta se abrió y escuche su voz.

-¿Li...Liz?-hablo la voz temblorosa de Lukas

«Jodida mierda»

Levante la cabeza y encontré sus ojos, esos ojos que siempre estaban felices ahora demostraban tristeza y preocupación y admito que eso me dolía. No pude responder y solté un sollozo bajando mi cabeza nuevamente, en cuestión de segundos sentí al chico sentarse a mi lado y abrazarme ocasionando el aumento de mi llanto.

Me escondí en su pecho y sentí como quitaba la cuchilla de mi mano cosa que agradecí, sentí como me envolvió en un abrazo más fuerte y comenzo a acariciar mi cabello, mi respiración comenzo a regularse y pude sentir como la suya también. Lo asuste, lo asuste y eso me asusta a mi, pero en ningún momento se mostró nervioso.

Una de sus manos tomo mi rostro-Tranquila, tranquila. No estas sola, linda, nunca lo vas a estar-menciono antes de besar mi frente, acto que ayudo a que me tranquilizara-Si estoy cerca, nunca vas a estar sola, ¿Okay?

-Lo...lo siento, no merecías ver esto-murmure a lo que el me sonrió tiernamente

-Eso no importa, hay que limpiarte-acaricio mi mejilla mirándome a los ojos-No queremos que te pase algo peor-menciono levantándose y levantándome con el

El chico me sentó en la loza de el lavamanos, y con delicadeza tomo mi brazo para acercarlo al grifo, dejando que el agua corriera llevándose toda la sangre con ella y claro, ardiendo como la mierda en el proceso.

-Ahí-mencione captando su atención y señalando una caja gris-es..ese es el botiquín-aclare a lo que el chico asintió

Camino a este y lo abrió en busca de varias cosas, después lo vi volver con alcohol, algodón, gasas y una venda. Acerco su mano con un algodón empapado de alcohol a mi brazo y fue entonces cuando vi todo lo que hice, aproximadamente 10 heridas abiertas estaban en este a lo largo de mi antebrazo. Solté un jadeó por el dolor que ocasiono el ardor, «Bien merecido».

-Lo siento mucho-se disculpo en un murmuro el chico-debo hacerlo así, es por tú bien. Lo siento-explico antes de volver a disculparse

Solo le di una sonrisa y el volvió a lo suyo, haciéndome sufrir-Muchas gracias, Lukas-mencioné

El me sonrió antes de hacer una mueca-¿Hace cuánto lo haces?, Si pudiera saberlo-cuestionó nervioso mientras comenzaba a colocar una gasa

-Años, a los ocho si no me equivoco-murmure en respuesta y el asintió con una débil sonrisa-Por el divorcio de mis padres, mucho dolor psicológico y descubrí que el dolor físico hace que te olvides de eso

El solo asintió, siguió colocando gasas cubriendo todas las heridas, cuando acabó con las gasas vendo mi brazo con mucha delicadeza y una vez hecho me ayudo a bajar de el lavamanos. Salimos a mi habitación y el me ayudo a tomar un suéter para ocultar el vendaje, «Es un buen doctor, despues de todo», una vez me lo puse y concordamos en que no se veía extraño, emprendimos camino al primer piso.

Pero aun así, tenía una inseguridad-Ehm...Lukas, yo....-el chico me interrumpió

-Tranquila, si es por tu incidente-señaló a mi brazo-no voy a decir nada, hasta que tu lo quieras-menciono con una sonrisa y le agradecí

-Muchas gracias Lukas, en verdad-le di un corto abrazo y me separe para seguir bajando

Me sonrió y una vez en el primer piso actuamos como si nada hubiera ocurrido, cosa que siempre le voy a agradecer. Aún no quería contarle a Jessie.

Y ahí me enteré que vamos a hacer una fiesta de Halloween o por Halloween, eso era algo emocionante en cierto punto, hasta que recuerdas que debes limpiar todo el desastre despues de la fiesta y eso no me gusta. Comenzamos a platicar y hacer chistes o bueno Max, referentes a su hermano y el hueco de su pecho, cosa extraña que tiene el chico, ¿Pero que le vamos a hacer?.

-Bueno, ya que estamos todos. ¿Qué vamos a cenar?-cuestionó Alex

-Hamburguesas y puto el que diga que no-mencioné con una sonrisa

-Hamburguesas serán-confirmó Alan




Craxker

Living a love of books [Lukas U. y Tu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora