𝐄𝐈𝐆𝐇𝐓.

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Unas sacudidas en mí hombro me despertaron. Froté mis ojos con fuerza y di un gran bostezo. Giré mí cabeza para ver a Tom en el asiento de atrás ya despierto, y con el pecho descubierto. Mis ojos se desviaron de su rostro y comenzaron a bajar lentamente por su cuello, llegando a su pecho, si que estaba bien trabajado este hombre... Dios, ¿En qué estoy pensando?

-¿Qué miras tanto?- Su voz ronca me sacó de mis pensamientos, levanté mí vista hacia sus ojos y tenía esa misma sonrisa arrogante que siempre ponía. Rápidamente me tapé los ojos.

-¡Dios Tom! ¡Ponte la remera!- Le dije, el solo comenzó a reírse descaradamente.

-¿Qué? ¿De nuevo te pongo nerviosa?-Me saqué las manos de los ojos y golpeé su hombro derecho. El hizo una mueca de "Auch", pero en realidad no le dolió. Agarró su remera y se la colocó.

-Bien, gracias.- Le dije, para luego volver a poner mis manos sobre mí cabeza, sentía que se me partía en dos, que iba a explotar.

-¿Te duele la cabeza?- preguntó el chico al ver el gesto que hacía con las manos.

-¿Tu que crees?- Dije sarcásticamente. -¿Recuerdas algo?- Pregunté, al estar tan ebrio no creo que recuerde algo, mejor si es así.

-Para mí sorpresa, sí, recuerdo absolutamente todo.

Bien, que bueno para mí, el chico que odiaba me había visto drogada y el lo recordaba.

-¿Por qué lo hiciste?

-¿Hacer qué?

-Drogarte.- Rápidamente sentí un nudo en mí garganta, ni yo sabía porqué lo había hecho, simplemente lo hice. No estaba pensando en las consecuencias que traía eso. No quería terminar como la mayoría de famosos por sobredosis. Un sentimiento de arrepentimiento me invadió por completo.

-Yo...- Dudé. -No lo se... solo... lo hice, quería desconectarme de todo.- Dije finalmente.

Un silencio inundó el auto por algunos minutos, los dos nos quedamos callados, mirándonos a los ojos, sin decir absolutamente nada.

-Estas herido.- Por fin pude formular una palabra para romper aquel silencio.

-Dime algo que no sepa.- Musitó el chico seguido de una risa sarcástica.
-De verdad me arde, y siento que mí cabeza se va a desprender de mí
cuerpo.-

-¿Y tú?

-¿Yo qué?

-¿Que hacías en aquella discoteca?- Pregunté.

-Yo... también me quería desconectar.- Me respondió con una pequeña sonrisa.

Se sentía tan bien llevarme bien con aquel chico, aunque se que está amabilidad no va a durar mucho. Mejor la aprovecho antes de volver a nuestra rutina diaria. A odiarnos.

-Tom, ¿te llegó el video?- pregunté con curiosidad, el no había sacado ese tema en ningún momento, lo cual se me hacía un tanto extraño.

-¿Qué vídeo?- Puso una expresión extrañada y frunció las cejas, el no sabía de qué estaba hablando.

Busqué mí celular por el auto, lo recogí del suelo y puse a reproducir el vídeo. Luego le entregué el aparato a Tom para que observara.

𝐀𝐋𝐋 𝐈 𝐖𝐀𝐍𝐓 𝐈𝐒 𝐘𝐎𝐔,  tom kaulitz.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora