𝐅𝐈𝐅𝐓𝐄𝐄𝐍.

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La luz que entraba por la ventana despertó a la chica, quien se retorció en la cama, sin querer levantarse. Un fuerte dolor de cabeza la invadió, lo que hizo que se agarrara la cabeza con fuerza y hiciera uno que otro quejido.

Dio un vistazo a la cama en la que estaba, y al ver que no era la suya, se sobresalto.

-Pero que mierda...- Susurró, mientras observaba con detenimiento la habitación en la que estaba. Habían ropas holgadas, una guitarra, zapatillas Rebook, bandanas y gorras, todo lo que tal persona usualmente llevaba puesto en su día a día.

Rápidamente miró las prendas que traía puesta, llevaba unos shorts de gran tamaño junto a una remera igual de grande, ropa que claramente no era suya, ni la que ella portaba la noche anterior.

En eso, escucha el sonido de la puerta abrirse, y rápidamente se da vuelta para mirar. Era Tom, quien se encontraba solo con una toalla en las caderas, y el pecho totalmente descubierto y mojado.

-Lo siento, no quise despertarte.- Habló el chico, pero Jessica no escucho, estaba embobada mirando el pecho desnudo del hombre que se encontraba a unos metros de ella. Rápidamente levanto su vista, encontrándose con la típica sonrisa ladina que caracterizaba tanto a Tom, y una ceja levantada.

-¿Acaso tu...?- Preguntó, esperando lo peor.

-No dormí aquí, si es lo que piensas.- Respondió, y la chica solo soltó un largo suspiro, sintiéndose aliviada.

-¿Y dónde dormiste?- preguntó de vuelta con curiosidad, el chico caminó por la habitación hasta una silla con ropa, y de ella tomo algunas prendas.

-¿Eso importa?

-Por algo te estoy preguntando, genio.- Respondió sarcásticamente.

-En el sofá.

-¿Y tú me cambiaste de ropa?

-¿Siempre haces tantas preguntas cuándo recién te despiertas?- El chico recogió unas zapatillas del suelo y ya estaba por salir de la habitación, pero Jessica lo detuvo.

-Espera, ¿Me llamas a Bill, porfavor?- Suplicó la chica, el solo bufó y rodó ojos.

-Como sea.- Dijo y salió de la habitación.

Minutos después, el gemelo menor entró con una gran sonrisa a la habitación sentadose en la esquina de la cama.

-¿Y tú porqué sonríes tanto?- preguntó con algo de confusión la chica.

-¿Que se siente estar durmiendo en la cama en donde mí hermano trae a todas?- Bromeó el pelinegro, pero su chiste no causo ni un poco de gracia en Jessica. Ella golpeó el hombro de Bill enojada, la chica no era una del montón, y jamás lo sería.

-¡Bill! No seas idiota.- El chico solo río por la reacción de su amiga, pero la femenina solo se cruzó de brazos, ya le estaba empezando a dar asco estar sentada en aquella cama.

-¿Qué pasó anoche? No recuerdo nada, y el dolor de cabeza me está matando.- Pero Bill no respondió, silencio el cual la estaba preocupando. -¿Bill? ¿Que pasó anoche?

-Bueno... Anoche estabas muy ebria...- Frenó y tragó saliva.

-¿Aja... Y?

-Sabes, no fue solo culpa mía, Georg y Gustav tampoco hicieron nada.- Hablo con velocidad el chico, esperando que su amiga no se enojara con el.

-¿Que carajos paso anoche?

-Sacaste a Tom a bailar bachata... frente a todos, y... bueno, muy pegados. Las personas los grabaron y ahora están en todos lados...- Soltó Bill, fue información que le costó procesar, pero luego solo comenzo a reír.

𝐀𝐋𝐋 𝐈 𝐖𝐀𝐍𝐓 𝐈𝐒 𝐘𝐎𝐔,  tom kaulitz.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora