𝐓𝐖𝐄𝐍𝐓𝐘 𝐍𝐈𝐍𝐄

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J E S S I C A.

Luego de unos minutos de estar caminado a la par y en puro silencio, aguantando el frío ambiente y las prendas húmedas que llevábamos encima, ya estábamos a punto de llegar al edificio

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Luego de unos minutos de estar caminado a la par y en puro silencio, aguantando el frío ambiente y las prendas húmedas que llevábamos encima, ya estábamos a punto de llegar al edificio.

No puedo negar que mi corazón se aceleró en cuanto escuché esas palabras salir de la boca de Tom. Pero verdaderamente no lo entendía, no entendía como él podía decir que jamás podría amarme y después de un rato, decirme un halago con una sonrisa tan hermosa que podía derretir a cualquiera. No entendía como era qué, después de haber dicho eso con tanto desagrado, era capaz venir a mi lado y sonreírme como si de verdad sintiera algo... algo más que odio hacia mí.

Verdaderamente no quería pensar demasiado porque sobre pensar nunca me llevaba a nada bueno, solo me hundía. Pero tenía tantas preguntas, tantas dudas, tantos sentimientos encontrados dentro de mí que, sinceramente, necesitaba una respuesta a todo eso.

Y el único que me podía dar aquella respuesta era Tom.

—Jessica...

Su voz me sacó de mis pensamientos y agradecí en mi interior por eso. Él me habló en un tono bajo y sereno, lo que me extrañó. Giré mi cabeza para mirarlo y vi como Tom se mantenía la cabeza agachada.

—¿Sí? —respondí a su llamado con el ceño levemente arrugado. Decir que su actitud nerviosa no me confundía sería una mentira, una total mentira. Pero prefería esperar a escucharlo.

—Yo... —Tom levantó la cabeza y observó el edificio frente a él. Supongo por su expresión que no esperaba que llegáramos tan rápido. Ambos frenamos nuestro caminar y yo me moví para quedar frente a él y poder conversar –si eso es lo que íbamos a hacer– mejor.

Tom estaba sumamente nervioso, el jugueteo que hacía con sus dedos lo delataba.

Esperé con paciencia sus palabras ya que no quería presionarlo por el estado que se encontraba. Era la primera vez que lo veía así de nervioso, pero se me hacía algo tierno .

—Lo que dije en el bar... —comenzó a hablar y ya me imaginé adonde quería llegar, pero aun así dejé que siga.

No puedo evitar sentir algo de decepción cada que mi mente reproduce la viva imagen de Tom diciendo que nunca sería capaz de amarme, pero intenté ignorar ese sentimiento.

—Lo que dije no era exactamente lo que quería decir —murmuró mientras que mordía su labio inferior.

Presentía que mentía.

Yo sé que Tom no es capaz de amarme, yo sé que yo misma no soy capaz de amarlo. Sé que no somos capaces y está bien... Todo sucede por algo, siempre hay una razón y nada es porque sí. Alguna fuerza que desconozco lo quiso así y lo único que puedo hacer es aceptarlo de manera dolorosa. Aunque no puedo negar que me encantaría que las cosas fueran diferentes, que todo haya sido diferente desde un principio. Nuestra forma de conocernos, nuestro tiempo juntos, de tratarnos... Todo.

𝐀𝐋𝐋 𝐈 𝐖𝐀𝐍𝐓 𝐈𝐒 𝐘𝐎𝐔,  tom kaulitz.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora