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Esa noche dormí con el gato en brazos. Sonó mi alarma y desperté de inmediato, al parecer Brook se había despertado antes que yo, pues su patita golpeaba mi cara. Puede que sea porque tenga hambre. Me levanté demasiado rápido, causando que se me nublara la vista por microsegundos.
Una vez recuperado, fui hacia donde estaba el tazón de gato que mi abuelo había comprado junto con sus croquetas tamaño mini.
En un plato hondo también serví agua, aunque no sabía si erchar leche en vez de esta, no tenía idea de cómo cuidar a un gato. Jamás había pensado en lo complicado que era tener una mascota. Nunca pensé en que tendría una.

Me quedé por unos minutos viendo como Brook comía. Reaccioné y empecé a alistarme.

Ya todo estaba listo, incluso terminé 5 minutos antes de lo planeado, el tiempo estaba de mi lado, así que los aproveché para estar con mi gato; sin embargo esos 5 minutos se convirtieron en 15, ahora iba tarde con el tiempo en mi contra.

—¡Yukyo! ¿No piensas ir a la escuela, mocoso?

—Aún tengo tiempo —respondí sin dejar de acariciar a Brook.

—Idiota, ¡llevas ahí más de 15 minutos!

¡Oh mierda!

Corrí hacia la puerta y salí, cargando mi mochila a medias.

—¡Adiós! —grité desde lo lejos, no estaba seguro si me iba a escuchar, pero aun así lo hice.



...




Llegando a la U. A. (Tarde por cierto), me encontré con un alboroto de personas, al parecer que eran periodistas, entrevistadores y bolleristas auditivos. Estropeaban la entrada, así que tuve que apartar el camino lo más que se podía, evitando a la gente que preguntaban cosas que no me propuse a responder.

Cuando llegué al aula, de nuevo estaban todos sentados esperando las clases, pero no estaba a la vista Aizawa-sensei, por lo que creí que me había salvado de algún regaño, pero supuse mal.
El profesor salió de su saco de oruga y me llamó la atención.

—De nuevo tarde, espero esto no se le haga costumbre o tendré que tomar medidas extremas.

Su voz me erizada la piel, era impresionante la forma de intimidar sin siquiera esforzarse.

—Lo siento profesor, no volverá a pasar —me incliné para pedir disculpas.

—Lo mismo dijo ayer —eso dolió, justo en mi orgullo—. Última vez Hori.

—Si, señor.

Pasé a retirarme a mi asiento. Me sentí de alguna manera, humillado, pero jamás iba a demostrarlo. No me quedó de otra más que ver hacia en frente, ignorando unas cuantas miradas.

—Ayer les fue bien, vi los vídeos de sus combates —empezó a hablar y comenzar la clase, empezando por darle observaciones del potencial de Bakugou, cosa que parecía que le animaba su ego, pero dejó a un lado lo que probablemente tendría que ser una charla de motivación. Cosa que no me sorprende, Aizawa no es de ese tipo de profesores que dan palabras de aliento. Eso me gustaba de él, era un profesor diferente a los demás, podrá ser estricto pero es justo lo que una academia de héroes necesita, disciplina; sin eso probablemente la mayoría de futuros héroes estaría echada a perder. Hacía un buen trabajo como maestro, claro, en mi opinión—. Hoy habrá una actividad —muchos se congelaron, no querían ser expulsados con otra de sus actividades de la muerte—. Escogerán al delegado.

Lo Hice Y Te Dejé (BNHA x Male reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora